Starace pilotaba la estrategia del grupo, en el que la empresa española tiene un papel relevante, desde 2014. Fue nombrado como primer ejecutivo de Enel ese año por el Gobierno socialdemócrata de Renzi, en sustitución de Conti, que llevó a cabo la compra de Endesa. En paralelo, Scaroni será nombrado presidente del gigante energético italiano en sustitución de Michele Crisostomo.
El primer hito de Endesa con una nueva cúpula directiva en Enel se producirá el próximo 28 de abril, fecha prevista para la Junta General de Accionistas, en la que se someterá a votación la reelección de Sánchez Calero (actual presidente), Garralda (presidente del Grupo Mutua) y de Paoli (responsable financiero de Enel) como consejeros; los dos primeros como independientes y el tercero como representante del grupo italiano. No están previstos cambios en el orden del día pese a la renovación en la matriz. El segundo hito, sin fecha definida, podría ser la búsqueda de un sustituto al actual consejero delegado, Bogas, aunque nada apunta, de momento, en ese sentido. Bogas renovó en su cargo el pasado ejercicio y tiene mandato hasta 2026. La designación de los nuevos cargos en Enel, con un amplio bagage en la gestión de empresas públicas, es interpretada como un mensaje de continuidad por parte del Gobierno italiano.
Endesa tiene comprometido un plan de inversiones por valor de 8.640 millones de euros para el trienio entre 2023 y 2025. con un fuerte protagonismo de los proyectos de energías renovables, que suman 4.300 millones, un 39% más que lo asignado en el plan previo. El objetivo de Ebitda para 2025 se situará en una horquilla entre 5.200 y 5.500 millones de euros, un 4% superior al previsto para 2022, aunque está previsto que baje en 2023 hasta los 4.400 y 4.700 millones, y que posteriormente rebote en 2024 hasta situarse entre 4.900 millones y 5.200 millones.
Otro de los puntos clave del plan estratégico es una mayor retribución al accionista. Este año repartirá un dividendo de 5.390 millones de euros, de los cuales, un 70% corresponderá a Enel, que tiene ese porcentaje en el capital. El pay-out (porcentaje del beneficio que se destina a dividendo) se mantiene en una media del 70% para todos los años del plan estratégico, aunque el gigante energético ya matizó que su capacidad para distribuir dividendo en los próximos años dependería “de la generación de beneficios, la disponibilidad de reservas distribuibles y la situación de liquidez”. Un cuarto elemento de incertidumbre pueden ser los cambios que se produzcan en la estrategia del grupo como consecuencia del relevo en la cúpula directiva.
Todo apunta a que el papel que jugará Endesa en la nueva Enel será mucho más protagonista y le permitirá blindarse de algunos riesgos. El negocio de la filial española representa el 25% del total de Enel y ese porcentaje, subirá en los próximos trimestres por la salida anunciada a finales de 2022 de algunos de los negocios en Latinoamérica. El nuevo contexto energético creado tras la invasión de Rusia en Ucrania ha provocado la ruptura de los contratos de suministro con Rusia y la firma de nuevos pactos con Argelia, que se ha convertido en su principal suministrador de energía. “La estabilidad es clave para Italia en estos momentos”, apuntan.
El relevo se enmarca dentro de una profunda remodelación de las empresas públicas italianas. El Gobierno de Giorgia Meloni también cambió a los responsables de otras empresas de capital público, como Eni, Leonardo o Correos, en uno de los giros de timón más relevantes de su mandato. Solamente Enel y ENI suman 110.000 millones de capitalizacion, el 20% de la Bolsa de Milán. En el gigante de los hidrocarburos Eni, Descalzi permanece como consejero delegado durante un cuarto mandato, en lo que se interpreta como un guiño a la Liga de Salvini. El grupo de capital público es clave dentro de los planes energéticos de Roma, en la medida en que además de la extracción de crudo es la empresa responsable de los suministros de gas vía Argelia. Zafarana sera el nuevo presidente del grupo. Por su parte, el exministro (con el Gobierno de Mario Draghi) Cingolani es el nuevo consejero delegado del grupo aeroespacial y de defensa Leonardo y Pontecorvo asume el cargo de presidente.
En un comunicado emitido este miércoles también se informó de la confirmación de Del Fante como consejero delegado de Correos y de Silvia Rovere como presidenta. Giorgia Meloni explicó que “los nombramientos de los nuevos altos directivos de Eni, Enel, Leonardo y Poste son el resultado de una evaluación cuidadosa de sus competencias y no de a qué partido pertenezcan”, después de que los medios hayan asegurado que estos nombramientos han supuesto una auténtica batalla en la coalición gubernamental. “Es un excelente resultado del trabajo en equipo del Gobierno. Gracias a aquellos que han servido a Italia con pasión en estas empresas, deseo a los próximos administradores un buen trabajo. Su tarea es obtener resultados económicos sólidos y duraderos en interés de la nación que representan en todo el mundo”, añadió Meloni. El veterano del sector financiero londinense Barbieri será el nuevo director general del Tesoro, puesto que fue ocupado en su día por Draghi.
El próximo otoño llegará otra gran decisión del Ejecutivo de Meloni, cuando finaliza el mandato de Visco como gobernador del Banco de Italia. La coalición tendrá que encontrar una nueva cara, teniendo en cuenta que que quien consiga el puesto será miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo. Aunque la independencia del banco central está garantizada por los tratados europeos, es probable que el Gobierno intente elegir a alguien cercano a sus puntos de vista. Meloni ha criticado abiertamente la subida de tipos del BCE, diciendo que era demasiado rápida y que corría el riesgo de dañar la economía.