El primer accionista y presidente ejecutivo ha salido de este modo al paso de las acusaciones recibidas en el último mes y medio desde el Gobierno, al que no se ha referido en ningún caso, y ha buscado tranquilizar a los partícipes de la empresa tras el estruendo político y entre la opinión pública. Los partícipes han acudido en masa a la determinante reunión. El cuórum ha sido del 77,69%, unos ocho puntos por encima de lo habitual.
El segundo mensaje de del Pino, es el de la libertad empresarial. En concreto se ha referido a “a la libertad de establecimiento” empresarial en la UE, cuando responde “al desarrollo natural de Ferrovial” y su proyecto de inversión en el exterior. Y ello, porque la reorganización societaria mediante la fusión transfronteriza inversa de la matriz española Ferrovial SA con la filial neerlandesa Ferrovial International SE se acomete para “facilitar el acceso a los mercados de capitales y mejorar la competitividad”.
Cuando los accionistas han tomado la palabra es cuando se ha apreciado el apoyo a la cúpula. El secretario general de la World Federation of Investors (WFI), Paelinck, ha cargado contra “las amenazas rayando la ilegalidad” de miembros de Gobierno español a Ferrovial. Este representante de los partícipes minoritarios ha exigido respeto a la compañía y sus accionistas “en el marco de la seguridad jurídica y leyes de España y de la UE”. También se ha mostrado a favor del establecimiento de la matriz en Holanda el vicepresidente de la asociación de minoritarios Better Finance, Christian Gülich, quien ha aludido al tratado fundacional de la UE y a la necesidad de que “las empresas europeas ganen competitividad en el exterior”.
Rafael del Pino ha agradecido el apoyo recibido en el turno de intervenciones y ha aseverado que el consejo “confía en que la soberanía de la junta de accionistas será respetada dada la confianza que tenemos en la seguridad jurídica española y europea”. Mensaje nítido tanto a los accionistas como al propio Gobierno.
Del Pino, que se ha salido del discurso exclusivamente para resaltar el interés de la prensa por la junta celebrada este mediodía en Madrid, también se ha referido al efecto arrastre de los proyectos internacionales de Ferrovial sobre empresas españolas, “lo que crea empleo y riqueza en España”. Más de 1.000 proveedores españoles, cuantifica Ferrovial, trabajan fuera del país gracias a los encargos de la firma de infraestructuras.
Respecto a la polémica alimentada por el Ejecutivo sobre la política fiscal del grupo, el presidente Del Pino ha aseverado que “los impuestos que pagará Ferrovial después de la operación serán muy similares a los que está pagando antes de realizarla”. Esto es unos 282 millones de euros que responden esencialmente a la actividad de construcción. “Ferrovial continuará contribuyendo fiscalmente en España como lo ha hecho desde su fundación”, ha rematado del Pino.