«El Consejo por unanimidad rechaza la Oferta y, en consecuencia, considera que la mejor opción para los accionistas de Banco Sabadell es no aceptar la Oferta», ha explicado el máximo órgano directivo de la entidad. En opinión del Consejo, «el Precio de la Oferta no recoge adecuadamente el valor intrínseco de las acciones de Banco Sabadell, infravalorando muy significativamente el proyecto y sus perspectivas de generación de rendimientos para el accionista en solitario».
Así, el Consejo de Administración «considera que la contraprestación es insuficiente, está lejos del valor fundamental de Banco Sabadell y carece de una prima de control sobre dicho valor».
Además, el comunicado añade que «la contraprestación es más desfavorable que la ofrecida por BBVA en su propuesta unilateral de fusión de 30 de abril de 2024». Por otra parte, el Consejo «confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en la capacidad de cumplir sus objetivos financieros, y es de la opinión de que la Oferta destruye valor para los accionistas y que la estrategia de Banco Sabadell como entidad independiente generará un mayor valor y superiores distribuciones para sus accionistas».
«Finalmente, se hace constar que este informe se ha aprobado con el voto a favor de todos los consejeros de Banco Sabadell excepto Martínez Guzmán, que se abstiene, sin perjuicio de su conformidad con la opinión indicada en el párrafo anterior», ha precisado el comunicado.
Martínez Guzmán es un inversor mexicano muy relevante para Sabadell, ya que es su mayor accionista individual, con una participación del 3,86% en el capital. Ha rechazado la oferta por su bajo precio, aunque considera acertada la fusión de ambos bancos. El empresario ha explicado en un comunicado que en su opinion, la operación presentada por BBVA constituye la estrategia acertada para las dos instituciones, aunque a un precio que hoy la hace irrealizable», y añade que el sistema bancario español debe continuar con su proceso de consolidación, un camino que se abre «con esta operación». No obstante, se muestra crítico con el veto del Gobierno a la fusión durante al menos tres años. «Las medidas adoptadas por el gobierno español inevitablemente retrasarán este proceso de eficiencia económica y espero que la política, siempre cambiante, reconsidere las restricciones impuestas en caso de que hubiera una operación exitosa». En cuanto al precio, que se realiza a través de un canje de acciones de 1 título por cada 5,5483 más 0,7 euros en efectivo, insta «respetuosamente» a BBVA a reconsiderar y presentar una oferta «competitiva» que le permita alcanzar la aceptación de al menos el 50% entre los accionistas. «Con respecto al contenido del informe, dado que no comparto algunas de las opiniones y argumentos expresados, prefiero abstenerme».
Entre las principales razones para oponerse, el Consejo ha destacado varios aspectos:
• «Los accionistas deberán valorar cuidadosamente no solo los términos económicos de la oferta, sino también las implicaciones fiscales y los riesgos de la acción de BBVA.
• La valoración fundamental de Sabadell se encuentra entre un 24% y un 37% por encima del valor de la oferta, antes de incluir una prima de control.
• Los accionistas que acepten la OPA y cuenten con plusvalías en su inversión tendrán que pagar impuestos
• El accionista de Banco Sabadell que acepte la oferta no cobrará el dividendo extraordinario de 50 céntimos que está previsto abonar a principios de 2026 por la venta de TSB.
• BBVA tiene una muy limitada y altamente cuestionable capacidad para obtener sinergias en los primeros tres o cinco años” dada la independencia de gestión exigida para las dos entidades.