Entre estos puntos destaca la limitación de los alquileres en las zonas definidas como tensionadas, la limitación del incremento de las rentas de las viviendas de alquiler al 3% hasta 2025 o la redefinición de gran tenedor, que pasa de diez a cinco inmuebles. Su aplicación, recuerda el director de Estudios del portal inmobiliario pisos.com, Ferran Font, será desigual, pues las competencias para la aplicación de la ley recaen en los gobiernos autonómicos.
“Esto generará mucha heterogeneidad a nivel territorial, puesto que ya hay formaciones políticas que han anunciado que no aplicarán esta ley en aquellas comunidades donde gobiernan. Obviamente, estos desequilibrios territoriales derivarán en inestabilidad”, explica el experto, y añade, “con unas elecciones a la vuelta de la esquina, se acaba imponiendo una política de vivienda partidista y cortoplacista, cuando debería ser más consensuada y a largo plazo”.
En definitiva, desde pisos.com alertan sobre una nueva ley que “ya nace generando muchas dudas”, no solo en cuanto a su viabilidad, sino también sobre su efectividad real. Unas dudas, detalla Font, que acaban afectando “a la inversión inmobiliaria, que se retrase en escenarios de incertidumbre”.