El organismo ha autorizado la construcción y montaje de una plataforma de almacenamiento definitivo de residuos radiactivos de baja y media intensidad en El Cabril (Córdoba). Además, ha autorizado a las centrales de Ascó y Valdellós II a construir almacenes temporales individualizados donde depositar sus restos radiactivos.
El informe del CSN revela que prácticamente todas las centrales produjeron niveles similares de energía nuclear el año pasado, entre los 7.916 GWh de Cofrentes y los 6.933 GWh de Ascó. El indicador de las horas acopladas a la red en cada caso también se movió en una horquilla similar, con 8.031 horas en el caso de Cofrentes y 7.237 horas en el de Ascó I.
En términos generales, la red nuclear española goza de buena salud, según el informe. El CSN considera que el año pasado “todas las instalaciones nucleares y radiactivas funcionaron de forma segura y que los indicadores de vigilancia sobre su impacto en la población y el entorno fueron adecuados, sin que se produjeran situaciones de riesgo.
Lo que sí detalla son algunas incidencias registradas a lo largo del año pasado en las centrales y que se tradujeron en la notificación de 36 sucesos. De entre todos ellos, seis casos derivaron en apercibimientos (Ascó y Valdellós II) y en dos casos en expedientes sancionadores (Almaraz y Ascó).
Actualmente en España además de las cinco centrales operativas otras dos se encuentran en fase de desmantelamiento. Se trata de las centrales de Santa María de Garoña (Burgos) y José Cabrera. A ellas se añade el caso de Valdellós I, cuya explotación ya cesó.
El informe también revela el volumen de los residuos radiactivos generados el pasado año y que se suman a los ya almacenados en las centrales y otras instalaciones. A excepción de los residuos que corresponden a Valdellós I, que se almacenan en Francia, el resto de residuos se almacenan en las piscinas de las centrales y en los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) con los que cuentan las centrales de Trillo, José Cabrera, Ascó, Almaraz y Cofrentes.
A 31 de diciembre de 2024 el número total de elementos de combustible gastados almacenados en las centrales era de 17.986. De todos ellos, la gran mayoría, 13.977, se guardan en las piscinas de las centrales y en ellos se contienen 4.302 toneladas de uranio. En los contenedores ATI se almacenan 4.008 elementos de combustible que suman otras 1.410 toneladas de uranio.