El Plan Fiscal Estructural enviado a Bruselas, que contiene las previsiones oficiales sobre el rendimiento de todas esas alzas tributarias, anticipaba una recaudación total de 4.500 millones de euros anuales. Pues bien, a 31 de julio ya se había recaudado prácticamente esa cantidad, 4.110 millones de euros, según los datos más recientes de la Agencia Tributaria. Es lógico pensar que en cinco meses se sobrepasen con creces los 390 millones de la previsión inicial remitida a la Unión Europea.
De las subidas fiscales registradas, la más significativa es la recuperación de tipos del IVA en aquellos productos de alimentación que o estaban exentos o gozaban del tipo superreducido del 4% por considerarse básicos. Esta medida se tomó hace casi tres años con el objetivo de afrontar las consecuencias de la guerra de Ucrania, entre ellas el elevado aumento que tuvo la inflación. Desde el 1 de enero de 2025 los productos recuperaron el tipo anterior a la medida, siempre más alto que el que se había impuesto. El resultado se ha traducido en 1.146 millones más para las arcas de Hacienda.
Los aumentos de tributos relacionados con la energía han servido para recaudar en total 1.535 millones más hasta julio. En 2023, el IVA de la electricidad bajó al 5% por la misma causa, la invasión rusa de Ucrania había encarecido los precios de la energía. Desde mediados de 2024 el IVA que grava la electricidad consumida bajó al 10%. Desde enero pasado pasó al 21%. Con el IVA aplicado a otros suministros como gas natural, madera y pellets ha pasado lo mismo, que ha experimentado incrementos desde 2023 hasta recuperar el máximo del 21%.
El Impuesto Especial sobre la Electricidad, asimismo, ha aumentado paulatinamente y desde julio de 2024 es del 5,11%. Al crecer sube el importe del IVA aplicado y el tipo real queda en el 6,1%. Un tributo que ha sido reactivado ha sido el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) que se suspendió en 2021, de forma excepcional y transitoria, para aliviar la carga económica de los ciudadanos, ya que aunque los contribuyentes son las empresas energéticas repercute en las facturas de la electricidad. Ahora ha vuelto a ponerse en marcha y con un tipo del 7%.
De nuevo, hay que reseñar otro aumento de un impuesto especial en 2025, el de las Labores del Tabaco. Además se ha creado otro impuesto especial específico para los líquidos de los cigarrillos electrónicos y bolsas de nicotina. Este solo ha ingresado 10 millones.
Mención aparte, por sus vaivenes, merece el Impuesto sobre el Margen y Comisiones de las Entidades Financieras, popularmente conocido como el impuesto a la banca, que se recuperó a finales de 2024. Aun con recursos pendientes del sector, lo cierto es que Hacienda ha recaudado gracias al mismo en los siete primeros meses del año 566 millones de euros.
Más de 300 millones se ha embolsado Hacienda por el restablecimiento del límite del 50% a la compensación de bases imponibles negativas (IN) en las grandes empresas en el Impuesto sobre Sociedades. La AIReF ha calculado que en general supone un incremento para las grandes compañías de 2.650 millones de euros. La subida del límite se produjo el año pasado pero es en este ejercicio donde se ya se está notando más lo que la Agencia Tributaria llama el cambio normativo.
Aunque no se trata de una subida, la Agencia Tributaria consigna como ingresos extras los pagos aplazados a los afectados por la Dana ocurrida en Levante en octubre de 2024. En aquel momento se decidió, como medida de ayuda, aplazar tres meses el segundo pago del IRPF para quienes lo tuvieran aún pendiente. También se aprobó la ampliación hasta el 30 de enero de 2025 del plazo de presentación de declaraciones y auto liquidaciones y de los procedimientos tributarios con vencimientos en noviembre y diciembre de 2024. Acabadas las ampliaciones de los plazos, los afectados por la Dana han tenido que pagar lo que les correspondía. No se les eximió del IRPF ni se fijó ninguna deducción o reducción.