Y todo ello, tras subir sus márgenes un punto porcentual, hasta el 6,7%, alcanzaron el mayor beneficio de toda su historia. Así, el resultado de estas seis grandes compañías se elevó, en concreto, a 1.281 millones, lo que supone un crecimiento del 15,4% en relación con el año precedente. La mayor empresa alimentaria de España es el grupo cárnico catalán Vall Companys, con una cifra de negocios en el último ejercicio de 4.165 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 0,4% respecto al ejercicio anterior. La compañía, que está negociando ahora su entrada en el capital de Julián Martín para dar un impulso al sector de ibéricos curados, ha llevado a cabo en los últimos años una estrategia muy ambiciosa de adquisiciones.
Entre sus operaciones destacan la compra del Grupo Sada, en aquel momento la tercera empresa del sector avícola en el mercado español, y la integración de su división de harinas con la de Caja Rural de Navarra. Más recientemente, el pasado mes de julio confirmó la toma del control exclusivo de Agroalimentaria Chico, la firma familiar especializada en la cría y transformación de ganado porcino de la raza Duroc y en la fabricación de piensos afincada en Aranda de Duero (Burgos). Y poco antes, en mayo, adquirió también junto a Incarlopsa y Grup Cañigueral la filial de porcino del gigante neerlandés Nutreco, Inga Food. La empresa de Lleida es primera por ventas pero segunda, en cambio, por beneficio a pesar de que ha elevado sus márgenes del 5,8% hasta el 6,6% y de que obtuvo al cierre del año un resultado de 279 millones, lo que implica igualmente un incremento del 14,8%.
Por resultados, en cualquier caso, el líder es Coca-Cola Europacific Iberia. Con unos ingresos de 3.486 millones de euros en 2024, la embotelladora del gigante de los refrescos alcanzó un beneficio después de impuestos de 372,8 millones de euros, con un crecimiento del 4,2% respecto al año anterior.