Los proyectos, independientes el uno del otro, responden a programas a largo plazo en los que el Pentágono selecciona a una lista de empresas tras un proceso de candidaturas para conformar un grupo de compañías con capacidad de concursar en el desarrollo de infraestructuras. En ambos casos, las iniciativas concretadas en la última semana alcanzan presupuestos de 15.000 millones de dólares (más de 12.700 millones de euros) y tienen alcances de larga duración.
Acciona, figura entre las compañías designadas por la Armada de Estados Unidos para ejecutar proyectos de construcción enmarcados en la Iniciativa de Disuasión del Pacífico, que las fuerzas estadounidenses pusieron en marcha años atrás para mejorar las capacidades de disuasión en la región Indopacífica y contrarrestar la creciente agresividad militar de China hacia EE.UU. y sus aliados. Acciona participa de la mano de la empresa CMS Corporation, con sede en Ohio, con quien ya ha colaborado anteriormente en proyectos del Comando de Sistemas de Ingeniería de Instalaciones Navales (NAVFAC, por sus siglas en inglés) del Pacífico, el órgano de la Marina que licita estas iniciativas. Según exponen las autoridades en la contratación consultada por este medio, el programa multimillonario queda en mano de ocho grupos -mayoritariamente formados por joint ventures entre empresas locales-.
Los trabajos a realizar incluyen reparaciones y construcciones de nuevas instalaciones como muelles, plataformas, pistas, almacenamiento de combustible, carreteras, hangares y otras instalaciones de infraestructura de base. Las obras se extenderán por toda la región e incluirán proyectos en Australia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Micronesia o Filipinas. El plazo del contrato no debe exceder los 96 meses y se prevé que su fecha de finalización sea septiembre de 2033.
ACS, por su parte, ha encauzado su participación en un programa de inversiones promovido desde el Departamento de Guerra para reforzar las infraestructuras de las fuerzas aéreas. Según ha podido constatar este medio, el grupo que preside Florentino Pérez participa a través de sus filiales norteamericanas recientemente integradas bajo la sociedad Flatiron Dragados. Al igual que Acciona, ACS convive en esta iniciativa con una docena de compañías y joint ventures, que llevarán a cabo servicios de diseño y construcción, así como de diseño, licitación y construcción. Estos servicios incluyen mantenimiento, reparación, restauración, modernización, construcción menor, construcción militar, otras adquisiciones y demolición. Las obras se realizarán en diversas ubicaciones a nivel mundial. Si se ejercen todas las opciones, se espera que el contrato finalice el 29 de septiembre de 2035.
El grupo ACS aprovecha así una nueva oportunidad lanzada desde el Ejército de EE.UU. meses después de ser seleccionado junto a Ferrovial -a través de su filial texana Webber- como contratistas preferentes para llevar a cabo edificaciones militares en distintos puntos del país bajo un contrato de hasta 7.000 millones de dólares (unos 6.000 millones de euros). Los trabajos de ACS con la Defensa estadounidense también se extienden a un programa de renovación de astilleros y bases navales de la U.S. Navy, presupuestado en 2.900 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros) que canaliza con Dragados.