Y como están preocupados, se plantean revisar sus carteras. La pregunta: dónde invertir los ahorros ante una posible crisis financiera. Una pregunta amplia que asesores financieros y banqueros privados intentan responder.
Para José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP, si bien el déficit público, la deuda soberana y la inestabilidad política del país galo son asuntos conocidos, existen varios motivos objetivos que invitan a la calma y muestran que, aunque el desafío es real, el contexto global ofrece apoyos importantes.
1. El índice VIX en mínimos históricos
El VIX, conocido como el “índice del miedo”, mide la volatilidad implícita en las opciones sobre el S&P 500, es decir, refleja las expectativas de los inversores sobre la inestabilidad futura del mercado. Un VIX elevado suele asociarse con pánico o incertidumbre, mientras que un VIX bajo indica confianza y estabilidad. Hoy se encuentra en niveles mínimos, lo que demuestra que, a pesar de los titulares alarmistas, los mercados no están anticipando un escenario de crisis global inminente.
2. El Merrill Lynch Option Volatility Estimate (MOVE) también en calma
El MOVE Index es el equivalente del VIX, pero aplicado al mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. Mide la volatilidad implícita en los rendimientos de la deuda soberana. Al estar también en niveles bajos, sugiere que los inversores confían en la estabilidad de los mercados de renta fija, que son el pilar del sistema financiero. Si el mercado de bonos transmite tranquilidad, es difícil que el riesgo de contagio hacia otros activos sea elevado.
3. Resultados empresariales por encima de lo esperado
En ambas orillas del Atlántico, tanto en Estados Unidos como en Europa, las empresas están presentando cifras de ventas y beneficios mejores de lo previsto. Esto demuestra que, pese a la desaceleración de algunos indicadores macroeconómicos, la economía real mantiene su dinamismo y las compañías siguen generando valor. Las bolsas suelen anticipar crisis cuando las cuentas corporativas se deterioran, pero ese no es el caso actual.
4. Bajadas de tipos previstas para 2025 y 2026
La Reserva Federal (FED) ha anunciado un ciclo de bajadas de tipos de interés que se extenderá durante 2025 y 2026. Los mercados financieros suelen reaccionar de manera muy positiva a este tipo de decisiones, porque el dinero barato favorece los activos de riesgo, como la renta variable. En otras palabras, más liquidez y menores costes de financiación actúan como viento de cola para las bolsas.
5. Tipos más bajos = más crédito, inversión y consumo
Un recorte en los tipos de interés no solo tiene impacto financiero, sino también en la economía real. Facilita el acceso al crédito, abarata las hipotecas y los préstamos a empresas, incentiva la inversión y estimula el consumo. Ese círculo virtuoso genera más ventas y, en consecuencia, más beneficios para las compañías. Este efecto refuerza la idea de que las perspectivas a medio plazo son constructivas, no destructivas.
6. La masa monetaria en máximos históricos
Otro factor clave es la liquidez disponible en el sistema. La masa monetaria M2, que mide el dinero en circulación más los depósitos a corto plazo, alcanzó en mayo de 2025 cifras récord:
15,7 billones de euros en Europa
Más de 22 billones de dólares en EE. UU.
Ese exceso de liquidez busca oportunidades de inversión. Parte se dirigirá a deuda soberana y depósitos, pero otra parte inevitablemente terminará en los mercados bursátiles y de activos de riesgo, alimentando la estabilidad y el crecimiento de los mismos.
En definitiva, Marín Cebrián invita a mantener la calma. «Francia enfrenta retos estructurales que no deben minimizarse: déficit, deuda y tensiones políticas. Sin embargo, el contexto financiero global no apunta hacia un colapso, sino más bien hacia un entorno de liquidez abundante, confianza en los mercados y apoyo de las políticas monetarias. Por eso, más que ante el “principio del fin”, estamos ante un desafío que debe afrontarse con reformas y disciplina fiscal, pero también con la tranquilidad de que el escenario internacional ofrece amortiguadores sólidos”, sostiene el experto.