A pesar de que los datos macroeconómicos muestran un crecimiento robusto, muy por encima de la media europea, De Guindos ha señalado la gran contradicción que explica la percepción ciudadana: el consumo real por habitante crece por debajo de la media comunitaria, lastrado por problemas estructurales como el acceso a la vivienda y la baja productividad.
Preguntado por la afirmación recurrente del Gobierno de que España «es un país que funciona», el vicepresidente del BCE ha reconocido la realidad innegable de que «la economía española está creciendo prácticamente más del doble de lo que está creciendo la la la zona euro». Ha atribuido este dinamismo a factores como las reformas estructurales de hace una década, que sanearon el sector financiero y mejoraron la competitividad.
También ha introducido matices importantes que explican la desconexión entre las cifras macro y el bolsillo de los ciudadanos. «Cuando te vas al PIB per cápita, como aquí la población está creciendo mucho, lógicamente el incremento es mucho más reducido», ha advertido. La clave, según De Guindos, está en que «el consumo por español medio, el crecimiento ha sido inferior al que ha ocurrido en el resto de la zona de la zona euro», un hecho que vincula directamente con el escaso incremento de la productividad.
De Guindos ha identificado el mercado de la vivienda como el «principal cuello de botella de la economía española». El fuerte aumento de la demanda, impulsado por la inmigración, choca con una oferta de alquiler limitada por la regulación actual. Esta situación, ha explicado, no solo dispara los precios, sino que «está limitando las posibilidades de reubicación de la población española y, por lo tanto, eso afecta negativamente al mercado laboral y también a la evolución económica».
Este problema afecta de forma especialmente grave a los jóvenes, cuya tasa de paro, aunque se ha reducido, «sigue siendo la más elevada de Europa». El vicepresidente del BCE ha alertado sobre cómo las buenas intenciones en la regulación del alquiler pueden ser contraproducentes: «A veces vemos como, por ejemplo, se establecen limitaciones desde el punto de vista del alquiler, y eso lo que hace, en última instancia, es reducir la oferta de alquiler agravando el problema indirectamente».
Sobre la política monetaria, De Guindos ha confirmado que el nivel actual de tipos de interés es «el adecuado», pero ha subrayado que las decisiones futuras se tomarán «reunión a reunión» debido a la elevada incertidumbre. En este contexto, ha ofrecido una recomendación personal para los hipotecados: «Para evitar cualquier tipo de sorpresa, es mucho mejor, desde mi punto de vista, hacerlo a tipo fijo», para saber siempre qué se va a pagar en un contrato a 20 o 30 años.
En clave nacional, ha abordado la no presentación de los Presupuestos Generales del Estado por tercer año consecutivo. Ha calificado esta ley como «la más importante» en el ámbito económico y ha afirmado que su bloqueo es una señal inequívoca de debilidad parlamentaria. «Si no puedes aprobar los presupuestos, es una indicación clara de que no tienes mayoría para gobernar», ha sentenciado.
De Guindos también ha puesto el foco en la sostenibilidad de las pensiones, ligada al reto demográfico, y lo ha conectado con lo que considera «la prioridad número 1 en Europa»: el gasto en defensa. Ha señalado que la necesidad de pasar del 2% al 3,5% del PIB es un «esfuerzo importantísimo» que obligará a tomar «decisiones importantes», sugiriendo que una financiación conjunta a nivel europeo, similar a los fondos postpandemia, sería clave para «cuadrar el círculo».
Finalmente, ha calificado la condonación de deuda a Cataluña como un «mero parche» que no soluciona el problema de fondo. En su opinión personal, «la verdadera solución, que no se ha abordado y que es difícil de abordar, es un nuevo sistema de financiación autonómica que garantice la sostenibilidad de las finanzas de las comunidades autónomas».