La prima de riesgo continúa con su trayectoria descendente después de que el pasado viernes 26 de septiembre Moody’s y Fitch elevaran la nota de solvencia española de ‘Baa1’ a ‘A3’ y ‘A-‘ a ‘A’, respectivamente. Dos semanas antes, S&P Global Rating mejoró el ‘rating’ de España desde ‘A’ hasta ‘A+’.
Estas revisiones coinciden en el tiempo con la mejora de las previsiones de crecimiento de España realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que auguró un alza del PIB del 2,6% para 2025 y del 2% para 2026. Así, España más que duplicará este año la expansión de la eurozona (1,2%) y será exactamente el doble en 2026.
En esta coyuntura también ha tenido que ver la propia evolución de la deuda alemana, cuyo rendimiento está en el 2,719%, aunque ha llegado a superar el 2,8% en algún momento del año al calor de los planes de gasto en infraestructuras y Defensa del canciller Friedrich Merz.
Por otra parte, la inestabilidad política en Francia y las dudas del mercado en torno a su equilibrio presupuestario han propiciado que el interés de la deuda gala cotice en el 3,539%, con la prima respecto al ‘bund’ germano en los 82 puntos. La calidad emisora de Italia y Grecia también aventaja a la del Estado francés, ya que los rendimientos de sus bonos a diez años cotizan, respectivamente, al 3,530% y el 3,385%.