“Estos datos no hacen más que poner de manifiesto el claro cambio de tendencia que está experimentado el comprador de vivienda en los últimos años”, explica Font, director de Estudios y portavoz de pisos.com, que señala al deseo de los hipotecados de tener “una cuota sin sorpresas que les permita ganar en estabilidad y seguridad frente a un Euríbor imprevisible”.
Es importante destacar que, aquellas personas que se decantan por el tipo fijo lo hacen siendo conscientes de que las condiciones no son las mejores. Más de la mitad de los encuestados (57,7%) considera que las condiciones ya no son tan interesantes como antes, pero, aun así, prefieren pagar lo mismo cada mes. Mientras, un tercio (34,6%) estima que siguen siendo atractivas, aunque menos que hace unos meses.
Por su parte, los que apostarán por la hipoteca variable, son conscientes de que el Euríbor podría volver a ponerles en aprietos. Así, el 83,3% admite que quizá este indicador siga creciendo hasta superar su nivel máximo (julio de 2008: 5,393%), pero es algo que no les quita el sueño porque están seguros de que volverá a bajar. Por otra parte, el 16,7% está convencido de que está cota se alcanzará de seguir el BCE con su política restrictiva.
En lo que respecta a las personas que ya tienen una hipoteca, independientemente de que sea a tipo fijo, mixto o variable, la gran mayoría (40%) tienen una cuota mensual por debajo de los 500 euros. Le siguen, con cierta distancia, aquellas personas que pagan más de 900 euros (20%), las que pagan entre 600 y 700 euros (12,7%) y aquellas con cuotas situadas entre los 700 y 800 euros (10,9%). “La incertidumbre económica se vislumbra como la principal razón que retiene a los potenciales compradores”, comenta Font, señalando que “estamos enfrentándonos a una inflación que, si bien está moderándose, ha encarecido mucho el coste de la vida, mientras que los salarios se han quedado estancados, impidiendo ahorrar”.