Al ,menos eso señalan las previsión de Bank of America sobre el mercado inmobiliario español, afectado por la escasez de oferta y el aumento de la demanda, unas tendencias que los analistas de la entidad creen que continuarán por el momento. Como destacan, el mercado inmobiliario español ha tenido una década fuerte, con una demanda de vivienda que se ha visto impulsada por la inmigración, la demanda extranjera y los tipos de interés más bajos, mientras que los niveles de construcción siguen siendo insuficientes.
«Con las condiciones macroeconómicas y demográficas favorables y la oferta aún limitada, los precios de la vivienda siguen siendo sostenidos. A pesar del creciente déficit, no se ha implementado ninguna política para abordar la construcción deprimida y los precios continuarán creciendo con fuerza», aseguran.
Atendiendo a los últimos datos del Índice de Precios de Vivienda publicado por el Instituto Nacional de Estadística, en el segundo trimestre, la vivienda se encareció un 12,7% en tasa interanual, lo que supone la mayor subida de precio desde el primer trimestre de 2007. Respecto al trimestre anterior, los precios de la vivienda subieron un 4%, su mayor incremento trimestral en diez años. Además, en julio, se registraron un total de 64.730 operaciones de compraventa de vivienda, con un incremento anual del 13,7%. Supone la mayor cifra en este mes desde el inicio de la serie histórica, en 2007. Y las hipotecas constituidas sobre viviendas marcaron en julio un máximo desde 2010 en este mes, al firmarse un total de 45.067, lo que representa un aumento del 25% en comparación con el año anterior.
Por su parte, la oferta de vivienda no se mantiene al día, con la escasez de mano de obra, la escasa disponibilidad de terrenos y el aumento de los costes de construcción como algunas de las razones detrás de ello. De hecho, el Banco de España ha estimado que existe una escasez de unas 700.000 viviendas, después de años de construcción deprimida, y considera que los niveles actuales de finalizaciones (o inicios) no son suficientes para comenzar a reducir el déficit, que va a crecer.
«El tema se está convirtiendo rápidamente en una gran preocupación destacada por el Banco de España, pero hasta ahora no ha habido una respuesta política específica por parte del Gobierno», expresan los analistas. Mientras tanto, creen que la asequibilidad no ha sido un problema debido a los tipos de interés más bajos. No obstante, ven probable que si persisten las fuertes ganancias, la asequibilidad comenzará a empeorar, «por lo que esperamos que el fuerte crecimiento de los precios de la vivienda dure a corto plazo y los precios puedan comenzar a desacelerarse en algún momento de 2026».