En una entrevista a ‘Onda Vasca’, Noël d’Anjou ha dicho que, en relación a la operación de Talgo, en la que también participan el Gobierno vasco, BBK y Vital, es «difícil dar noticias frescas al respecto» y ha reconocido que se han encontrado con una «complejidad a nivel técnico mayor de la pensada, que poco a poco va dando pasos». En ese sentido, ha confiado en que, de aquí a fin de año, vayan a tener noticias «positivas» porque se están dando pasos en la dirección «correcta».
Por otro lado, en relación a CAF y a las exigencias de que rompa sus contratos en Israel, el consejero ha recordado que el Gobierno vasco tiene, a través de Finkatuz, el 3% de las acciones, «es decir, el 97% está en el resto de manos, entre ellos en parte de los propios trabajadores de la empresa».
Noël d’Anjou ha insistido en que es «una empresa privada donde se toman decisiones» y la firma se manifestó «claramente» hace unas semanas en base a las consultas que ha realizado «a nivel de expertos». «Hasta ahí podemos entrar», ha concluido.
Por su parte, el presidente de Sidenor, figura clave en el consorcio vasco que lucha por hacerse con el 29,7% de Talgo, considera estratégica la entrada de CAF en la compañía para salir de los números rojos. Es por eso que fuentes cercanas a Jainaga aseguran a elEconomista.es que el empresario bilbaíno ha mantenido conversaciones con CAF con el deseo de ampliar la base industrial de Talgo, si bien sus representantes han desmentido esta información.
Este acercamiento al fabricante ferroviario guipuzcoano se produce ‘in extremis’, ya que el propio lehendakari ha expresado de forma reiterada su convencimiento de que la compra de las acciones de Talgo se materializará antes de fin de año. Por contra, en el seno del propio partido nacionalista vasco son varias las voces que expresan sus dudas de que salga adelante la operación liderada por Sidenor y en la que participan el Gobierno Vasco, a través del Fondo Finkatuz, y las fundaciones BBK y Vital, después de haberse dilatado tanto en el tiempo.
No es la primera vez que se tira la caña a CAF para que forme parte del rescate a Talgo. Cuando el fondo Trilantic anunció su intención de desprenderse de su participación en Talgo, trascendió que el Gobierno Vasco pretendía contar con CAF para ganar músculo industrial. Desde la compañía han negado en diversas ocasiones su interés en dicha operación. De todos modos, en el supuesto escenario de que se sometiese a votación esta decisión, fuentes del sector aseguran que sería muy poco probable que saliera adelante.
La propia configuración empresarial de CAF hace que una supuesta votación para entrar en Talgo no tenga visos de prosperar. Kutxabank es uno de sus principales accionistas a través de su sociedad CK Corporación Kutxa, S. L. con el 19%. BNP Paribas dispone de un 5,4%; Banca Cívica de un 3%; y Gobierno Vasco de otro 3%; pero la mayoría de las acciones, el 29,5%, recaen en Cartera Social, SA., formada por los propios empleados. La plantilla de CAF, concluyen, no van a votar a favor de la adquisición de la compañía con fábricas en Álava (Rivabellosa) y Madrid (Las Rozas), por temor a que las duplicidades que conlleva toda fusión derivasen en despidos colectivos. Además, teniendo en cuenta el precio actual de las acciones, lo más ventajoso sería acudir directamente al mercado para evitar el sobrecoste que pagará el consorcio vasco. Aun con todo, es ahora cuando se presenta la que tal vez sea la última ocasión para cambiar de opinión.