En agosto se firmaron 33.271 hipotecas sobre viviendas, un 7,5 % más que en el mismo mes del año anterior, con un importe medio de 169.650 € (+15,5 %) y un tipo medio del 2,89 %. Pese al ajuste estacional típico del verano, que refleja una caída del 26 % mensual, el sector encadena más de medio año de crecimiento sostenido, tanto en volumen como en capital prestado. “El crédito sigue fuerte, pero la vivienda disponible no crece. La financiación está lista para acompañar al mercado, pero cada vez faltan más activos disponibles para absorber la demanda”, señala Robin Decaux, CEO de Equito.
Uno de los factores que sigue impulsando la demanda es la estabilidad prolongada de los tipos de interés. Con el euríbor bajo control y los bancos compitiendo por captar hipotecas a tipo fijo, los compradores perciben que es un buen momento para financiar a largo plazo, lo que explica el salto del 24 % en el capital total concedido respecto a 2024.
La demanda hipotecaria también se ve reforzada por movimientos demográficos y compradores extranjeros, especialmente en mercados como Illes Balears (+41,8 %) o la costa mediterránea, donde la presión no proviene solo de residentes locales sino también de inversores internacionales que buscan adquirir antes de futuras subidas de precio o tipos. El dato más relevante del mes no está solo en las nuevas firmas, sino en la transformación del comportamiento financiero. Las novaciones (renegociaciones con el mismo banco) caen un 38 %, las subrogaciones entre entidades bajan un 49,8 %, mientras que las subrogaciones de deudor se disparan un 62,7 %. Este patrón sugiere que las hipotecas se transfieren como parte integral de las operaciones de compraventa, consolidando un modelo más líquido, ágil y sofisticado en el que la financiación acompaña al activo, no solo al comprador.
A nivel regional, Cantabria (+63,8 %), Illes Balears y Aragón lideran en crecimiento relativo, mientras que regiones como Madrid (–8,6 %) y Asturias (–15,6 %) muestran señales de estabilización o saturación. Este patrón confirma la rotación hacia mercados intermedios y destinos con mayor atractivo demográfico o turístico, donde el binomio precio–acceso aún permite fluidez hipotecaria. “Todo apunta a una continuidad en el crecimiento de la demanda hipotecaria, especialmente en importe medio por operación, pero el número total de transacciones podría verse limitado si no se amplía la oferta de vivienda. La financiación está lista para seguir acompañando al mercado, lo que falta son activos disponibles”, concluye Robin Decaux.

