Este crecimiento se vio favorecido por el aumento en la generación de residuos y gradual incremento de la tasa de tratamiento. El volumen de residuos peligrosos gestionados anualmente se mantiene por encima de los 2 millones de toneladas, representando cerca del 3% del total de residuos tratados.
En cuanto a la segmentación por tipo de residuo, los residuos químicos se sitúan a la cabeza con un 27% del volumen total gestionado, seguidos por los residuos minerales de tratamiento y residuos estabilizados (12%), los residuos de combustión (11%) y los residuos de pilas y acumuladores (11%). Desde el punto de vista del tipo de tratamiento aplicado a los residuos peligrosos, la recuperación continúa siendo la modalidad predominante, representando el 68% del volumen de residuos gestionados. El vertido supone el 25%, mientras que la incineración representa en torno al 7%.
En septiembre de 2025, el sector contaba con algo más de 200 empresas, que empleaban a unos 5.500 trabajadores. Las comunidades de Andalucía, Cataluña y Madrid concentraban el 40% de las empresas.
El sector está mayoritariamente compuesto por empresas de capital español, aunque también participan grupos extranjeros europeos y entidades públicas.
La estructura empresarial está dominada por operadores de pequeño tamaño, con más del 60% de las empresas contando con menos de cinco empleados. No obstante, se observa una tendencia creciente a la concentración, impulsada por adquisiciones, adjudicaciones de contratos y expansión de instalaciones por parte de los grandes grupos.
En 2024, los cinco principales operadores reunieron el 54,1% del valor del mercado, mientras que los diez primeros alcanzaron el 69,2%.
