Con el objetivo de frenar a una inflación disparada, los bancos centrales llevan casi un año endureciendo sus políticas monetarias. En el caso europeo, después de varias subidas de 75 puntos básicos, el BCE decidió moderar levemente el ritmo de subidas de los tipos de interés, optando en sus ultimas reuniones por aumentos de 50 puntos básicos y llevando actualmente el tipo de interés de la facilidad de depósito al 3%. Esto ha tenido como consecuencia el impacto adverso del endurecimiento de las condiciones de financiación, especialmente del euríbor, que se ha llegado a colocar en niveles que no se veían desde 2008. Además, provocada por el incremento de los precios y de los tipos de interés, los hogares han registrado una pérdida acumulada de poder adquisitivo, lo que, a su vez, afecta al crecimiento económico, cuya tónica moderada se mantendría en el primer tramo de 2023, en línea con la actividad global, en un contexto de debilidad del consumo privado, como explica el Banco de España.
«Hasta ahora, el uso de la bolsa de ahorro acumulada desde el inicio de la pandemia ha amortiguado parte del impacto de la inflación en el consumo, pero este factor de impulso podría debilitarse por la reducción de este ahorro, por su uso alternativo para amortizar préstamo en un contexto de ascenso de los tipos de interés, y por la elevada incertidumbre», explica el organismo.
Y es que el aumento de los tipos de interés está contribuyendo a elevar la presión financiera de los hogares endeudados, restando capacidad de gasto y de hacer frente a sus obligaciones financieras. «Estos efectos negativos sobre el poder adquisitivo serían más elevados en los hogares endeudados de menor renta». Además, «el aumento de los tipos de interés estaría elevando también el porcentaje de hogares con posición financiera vulnerable». Sin embargo, el Banco de España destaca en su informe que la traslación de la subida de los tipos de interés de mercado al coste de la deuda viva de los hogares «ha sido todavía moderada en 2022». Como detallan, a finales del año pasado se había trasladado al coste de las hipotecas vivas de los hogares cerca del 30% de la subida registrada por el euríbor a doce meses durante el año. «Para estimar el impacto en los hogares de la subida de los tipos de interés, hay que tener en cuenta que estos efectos se concentran en las familias que están endeudadas, y dentro de estas únicamente en aquellas cuya deuda es a tipo variable».
Ya en el último trimestre de 2022, la transmisión del incremento del euríbor a los tipos medios de las carteras de préstamos a hogares y empresas se intensificó. Y se espera un mayor encarecimiento de los préstamos bancarios a hogares en los próximos trimestres, en particular debido a la revisión de las cuotas hipotecarias en contratos preexistentes a tipo variable.
«En los próximos trimestres, es esperable que el aumento de los tipos de referencia continúe trasladándose a los tipos medios de préstamo, existiendo además riesgos al alza sobre su evolución. De acuerdo con la modelización de las series históricas, se puede esperar en 2023 una mayor traslación del aumento ya producido de los tipos de referencia a los tipos medios de préstamo, especialmente en aquellos para adquisición de vivienda», expone el Banco de España.
Matizan que la mayor contratación a tipo fijo en los años recientes limita el tamaño de este canal de transmisión con respecto a períodos previos, pero las hipotecas a tipo variable o mixto representaban todavía algo más del 70% del stock en diciembre de 2022. «En conjunto, se espera que el actual ciclo de subidas de tipos de interés incremente la proporción de hogares endeudados con carga financiera elevada, en particular en algunos de los percentiles inferiores de renta».
Por su parte, el organismo también remarca que la traslación de la actual subida del euríbor a los tipos de interés de los depósitos de hogares y sociedades no financieras en España ha sido inferior a lo esperado de acuerdo con la experiencia histórica: «El incremento registrado en el euríbor a doce meses a lo largo de 2022 no se ha trasladado de manera apreciable a la remuneración de los depósitos de hogares ni de las cuentas a la vista de las empresas no financieras».