Este aumento supone 2.000 millones de euros más en salarios que la oferta de ayer, por lo que en total serían 222.000 millones de euros. Además, se mantiene la limitación del 4% para 2025 y 2026 por el techo de gasto, uno de los principales motivos por los que los sindicatos mayoritarios (UGT, CCOO y Csif) rechazaron ayer la oferta.
A pesar de una mejora de un 1%, el Gobierno no tiene margen de maniobra y ha trasladado a los sindicatos que «no hay un Plan B» a esta última propuesta.
La secretaria general de UGT Servicios Públicos, Isabel Araque, ha asegurado que el sindicato podría «aceptar» la propuesta, que podría elevarse hasta el 11,5% por el deslizamiento de tablas.
Por su parte, Csif señala que se trata de una oferta que sigue siendo insuficiente «porque condena a los empleados públicos a seguir perdiendo poder adquisitivo que se acumula a lo perdido desde los recortes de 2010».
Csif considera que todavía hay flexibilidad para seguir negociando. Además, amenazan con la huelga general por la limitación de la subida para 2025 y 2026: «Si se mantiene el 4% para los 2 primeros años tendremos que volver a las calles».

