«El tribunal ha decidido que se inicie el juicio con su presencia», ha indicado el magistrado presidente de Prada en el arranque de la vista oral. Con todo, el magistrado ha señalado que si se produce «cualquier modificación de su estado de salud», el tribunal decidirá si «está en condiciones de hacerlo».
El ‘expresident’, que tiene 95 años, ha comparecido desde su casa en Barcelona por videoconferencia y que no se ha podido ver porque se ha realizado a puerta cerrada, después de estar hospitalizado desde mediados de noviembre y hasta el pasado viernes por una neumonía.
Con traje, corbata y con apariencia de conservar un aspecto aceptable para sus 95 años, el tribunal lo ha interrogado y ha decidido rechazar su petición de no asistencia. En la decisión del tribunal ha pesado la respuesta durante el examen al que ha sido sometido y en el que al preguntarle cómo se encontraba ha dicho «a disposición del tribunal».
El fiscal le ha preguntado si podría reconocer un documento en el caso de que se le muestre y ha respondido «lo puedo intentar», según cuentan fuentes presentes en esta comparecencia previa.
También han testificado los médicos que realizaron un informe forense sobre su salud a petición de su defensa y cuyo diagnóstico establecía que Pujol «no está en condiciones» de continuar con el proceso judicial. Según la pericial, a sus 95 años el exmandatario presenta «un diagnóstico de trastorno neurocognitivo mayor de tipo mixto (de tipo Alzheimer y de tipo vascular)».
Así lo ha reiterado este lunes el médico personal del expresidente de la Generalitat, el doctor Padrós, para quien Pujol «no está en condiciones» de participar en el juicio contra él y parte de su familia por presuntamente ocultar dinero en cuentas en Andorra.
Padrós ha asegurado, en una entrevista en ‘La 2 Cat’ que Pujol está «blandito» tras estar cinco días ingresado por una neumonía en la Clínica Sagrada Familia de Barcelona.
Además, ha explicado que está haciendo la convalecencia en su domicilio, que ha manifestado su deseo de declarar y que su estado anímico está «tocado» y que se siente, en sus palabras, responsable de este proceso judicial por ser el padre de la familia.
La Fiscalía Anticorrupción reclama para el ‘expresident’ 9 años de cárcel y una multa de 204.000 euros. Para sus siete hijos pide penas de entre 8 y 29 años de prisión, según su escrito de acusación.
