Mientras el número total de parados alcanzó a cierre de 2022 la cifra de 3,02 millones, 79.800 menos que un año antes, los parados de muy larga duración se situaron en 853.600, lo que supone 58.400 menos que en el cuarto trimestre de 2021, según este informe de Adecco, que toma como referencia datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2022. Pese a dicha reducción y considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de muy larga duración han incrementado tres puntos su peso en el total de desempleados, hasta el 30,1%. Mientras que hace un año Andalucía tenía la mayor proporción de parados de muy larga duración, con un 31,1%, ahora hay ocho comunidades autónomas que superan el 30%.
Así, Asturias pasa a encabezar la lista, con un 35%, seguida de Canarias (34,4%), en tanto que, en el otro extremo, con el menor peso de parados de muy larga duración, se sitúa Baleares, única región con un porcentaje inferior al 20%, en concreto con el 19,7%.
El 67,8% de los parados cobra la prestación
De acuerdo con el informe de Adecco, el 67,8% de los parados en España está cobrando una prestación por desempleo, ocho décimas más que un año antes, pero también ocho décimas inferior al cuarto trimestre de 2019, antes de la pandemia. Extremadura, con un 100%, ofrece la mayor cobertura para sus desempleados, seguido de Cantabria (87,1%) y Baleares (81,4%. Los menores porcentajes, por contra, se dan en la Comunidad de Madrid (47,4%), Canarias (56,3%) y Navarra (61,7%).
En cuanto a la conflictividad laboral, Adecco señala que el número de huelgas aumentó en el cuarto trimestre de 2022 por sexto trimestre consecutivo, aunque a un ritmo más moderado. La media nacional se elevó así a 12,3 conflictos cada 100.000 empresas (+5,7% interanual). Andalucía se convirtió en la comunidad con menor proporción de conflictos, con apenas 1,9 huelgas cada 100.000 empresas (-61,6%), mientras que País Vasco siguió en cabeza, con 131,1 huelgas, un 35,3% más.
El número de trabajadores que participó en huelgas bajó en el último trimestre de 2022 un 33,6%, acumulando su tercer recorte trimestral consecutivo, con 16,3 huelguistas cada 10.000 ocupados.