Se da la situación de que la primera es titular del 51% de la gestora aeroportuaria, por lo que el Ministerio de Transportes ha pedido al organismo consultivo que informe sobre el cumplimiento de las reglas de competencia ante un eventual conflicto de interés. La Sala de Competencia de la CNMC se ha pronunciado a favor de no limitar la participación de la entidad pública en el concurso que verá la luz próximamente, y para el cual Enaire se ha planteado la posibilidad de crear una filial (Enaire Global Services S.A. – EGS) para concursar a éste y otras licitaciones que salgan en Europa y el resto del mundo, tal y como hacen empresas públicas como la alemana DFS o la italiana Enav.
Aunque actores del sector como las aerolíneas se han mostrado favorables a que Enaire pueda concursar, existe la posibilidad de que el concurso quede bañado por un aura de conflicto de interés, ya que Enaire, como entidad pública dependiente del Ministerio de Transportes, es titular del 51% del capital social de Aena que corresponde al Estado. Por esta razón, la compañía, a instancias del Gobierno, ha optado por consultar a la CNMC si existe este riesgo dados los vínculos empresariales, a lo que se suma el cumplimiento de la política de competencia.
Enaire presta los servicios de control aéreo en 21 torres de aeropuertos españoles que todavía no se han liberalizado. El resto están en manos de dos compañías privadas: Saerco y Skyway, antigua Ferronats, en manos de Serveo. Si los planes del Gobierno y Aena salen adelante, la cifra de torres gestionadas por Enaire bajará a 14 en los próximos meses, limitándose a aeródromos menores y los grandes aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. El Gobierno ha garantizado que el personal de la compañía sería recolocado, pero en ningún caso despedido.
Aunque el informe es meramente consultivo, la CNMC también ha requerido a Aena que no limite la participación a nuevos operadores, tal y como consta en las preguntas remitidas por Enaire, sino que permita participar a cualquier empresa pública o privada certificada por la Unión Europea. «Aena debe diseñar sus procedimientos de licitación para que participen el mayor número posible de operadores y evitar restricciones a la competencia injustificadas», alegan desde el órgano independiente.