Turquía paralizó el 25 de marzo las exportaciones de 450.000 barriles diarios (bpd) desde el norte de Irak tras un laudo arbitral de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), que condenó a Turquía a pagar a Bagdad una indemnización de 1.500 millones de dólares por las exportaciones no autorizadas del GRK entre 2014 y 2018. El oleoducto había estado exportando alrededor de 75.000 bpd de crudo federal.
Las finanzas del GRK, ya de por sí en apuros, se resienten por la ausencia de ingresos petroleros, según dos fuentes. Los ingresos perdidos por el parón para el GRK ascienden a más de 850 millones de dólares, según estimaciones de Reuters basadas en exportaciones de 375.000 barriles diarios, el descuento histórico del GRK frente al crudo Brent y 31 días de cortes.
Bagdad y Erbil, la capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, firmaron un acuerdo temporal el 4 de abril para reanudar las exportaciones de petróleo del norte. Pero el plan ha sufrido nuevos retrasos mientras los dos gobiernos liman varios aspectos del acuerdo.
Sin embargo, los contratos de SOMO aún se están negociando y el mecanismo para pagar las deudas de los comercializadores sigue sin estar claro, según cuatro fuentes familiarizadas con las discusiones.
Según el acuerdo del 4 de abril, los ingresos petroleros del GRK se depositarán en una cuenta bancaria en el Banco Central iraquí bajo el control del GRK, pero que Bagdad podrá auditar, según dijeron previamente dos funcionarios iraquíes. Sin embargo, se están revisando los detalles de la cuenta, incluida su ubicación, que probablemente se encuentre en el extranjero, declararon a Reuters tres fuentes distintas.
El GRK y SOMO tienen previsto reanudar las exportaciones a principios de mayo, según dos fuentes, una de las cuales añadió que no está garantizado. Según otra fuente del sector, la reanudación está prevista para dentro de 2 o 3 semanas. Ni el GRK ni el Ministerio de Petróleo iraquí respondieron a las peticiones de comentarios.