Una alianza empresarial de las compañías españolas Acciona y Cobra junto a la inglesa Endeavor Energy ha resultado seleccionada como operador de red en el concurso lanzado por el gobierno de Nueva Gales del Sur (Australia) para poner en marcha y mantener nuevas redes de transmisión de energía renovable en la zona sureste de la isla oceánica a cambio de 5.000 millones de dólares australianos, unos 3.000 millones de euros al cambio.
La nueva infraestructura, calificada como «crítica» por la administración energética australiana, forma parte del plan del gobierno para desarrollar zonas de energía renovable que permitan el desarrollo de parques solares y eólicos y sus redes de transmisión hasta las zonas pobladas. ACE Energy, la empresa instrumental creada por las tres multinacionales, será la encargada de diseñar, construir, financiar, operar y mantener una de las cinco nuevas redes de transmisión de energía diseñadas por el gobierno australiano, concretamente la situada en la zona centro-oeste de Orana, que fue la primera en declararse estratégica.
Según ha informado EnergyCo, la corporación energética del gobierno de Nueva Gales del Sur, ahora darán comienzo las conversaciones entre ambas partes para rubricar una escritura de compromiso en el tercer trimestre de 2023, de cara a confirmarles oficialmente como operadores de red. EnergyCo se reserva la posibilidad de optar por el segundo clasificado en caso de que la administración y la empresa seleccionada no alcancen un acuerdo.
En el año 2020, el gobierno de Nueva Gales del Sur diseñó una hoja de ruta y aprobó una Ley de inversiones para nuevas infraestructuras eléctricas en su región con el fin de transformar su sistema eléctrico a uno más barato, limpio y confiable. Delegó la planificación de estas nuevas redes a EnergyCo, que en una primera etapa estableció cinco zonas de energía renovable, una de las cuales corresponde a la adjudicada hoy.
La región adjudicada a Acciona y Cobra afecta a unos 20.000 kilómetros cuadrados y se sitúa en tierras de pueblos aborígenes, con quienes se ha abierto una fase de diálogo para coordinar la ejecución y cumplir con sus exigencias medioambientales y sociales. Las nuevas instalaciones dispondrán de una capacidad de 3 gigavatios, ampliables en un futuro, capaces de proveer electricidad a 1,4 millones de hogares. La construcción movilizará hasta 3.900 empleos y la nueva red estará abierta a parques solares y eólicos privados que quieran volcar su producción energética para luego exportarla al resto del país.
Australia es uno de los mercados clave para Acciona, donde tiene activos proyectos por valor superior a 22.000 millones de euros, el equivalente al 30% de su cartera total. Presente en el país desde el año 2002, ha desarrollado importantes infraestructuras como el Metro Ligero de Sidney, una planta desaladora en Adelaida, carreteras, líneas ferroviarias en Melbourne o plantas eólicas como la de McIntayre, la más grande de Australia con 2.000 MW y cuya capacidad está siendo duplicada en estos momentos. El territorio oceánico fue también el escenario de la firma del contrato más importante de su historia: 2.745 millones de euros por la construcción de un túnel en la Bahía de Sidney que ejecuta Acciona en solitario.