Tampoco sabían que, en marzo de 2020, un mes después de abrir su primer local en María de Molina, frente al IE donde Gustavo trabajaba y Ricardo estudiaba, el mundo iba a cambiar tanto… Sin embargo, a ellos la pandemia les sirvió de aprendizaje, les hizo rodar despacio, enmendar los errores de neófitos, perfeccionar técnicas, ampliar recetas -han hecho más de 150- y adentrarse en entornos como el delivery, que sin duda es una herramienta fundamental en su día a día. 400º Pizza, que recibe el nombre de la temperatura a la que se hornean sus pizzas, es hoy un negocio asentado, en plena ‘fermentación’, que acaba de inaugurar su segundo local, informal, gamberro y divertido, junto a la glorieta de Bilbao… ¡y subiendo! Su aspiración, llegar pronto a los 5 en la capital.
Lorenzini y Castillo forman el tándem perfecto. La pasión de Gustavo por las pizzas desde la infancia se afianza al vivir en USA recorriendo la costa este y el centro del país probando diferentes tipos y recetas; mientras que el interés de Ricardo tiene origen en sus abuelos, inmigrantes italianos en Venezuela, que cocinaban este plato como el más especial de la familia los domingos. De su abuela, la nonna, heredó la receta de la salsa que sirve de base en todas sus ‘pizzas rojas’. Un ingrediente que le da sabor a tradición a una masa que elaboran artesanalmente con una mezcla propia de tres harinas con base integral. El resultado es una pizza contemporánea, fusión entre la italiana y la americana, crujiente, fina y con la flexibilidad justa en el centro.
Sobre esta base, productos de gran calidad traídos desde Italia que pueden, o bien elegirse al gusto -en versión DIY, ‘armando tu propia pizza’-; o disfrutarse en algunas de las combinaciones que proponen: 7 rojas con tomate della nonna; 4 biancas con salsa de crema y quesos.
Todos los meses tienen la ‘pizza del mes’, según la temporada… retando al ‘paladar de Madrid’ y jugando con la combinación de ingredientes poco comunes como calabaza reducida en jarabe de arce y whisky con sabores de la cocina tradicional italiana como el guanciale y la nduja. En su carta no puede faltar la clásica Margherita, pero también encontramos una Gustorra -con chistorra, salami picante y aceite picante-; la Raw Pesto -chimichurri de ajo, albahaca, nueces, parmesano y aceite de oliva- o la Mariah Carey, que además del tomate y el queso de base, como las anteriores, tiene gorgonzola, nduja, mitad de miel y ajo y mitad de pesto. Sin duda la estrella de esta sección roja es la Cachi, con burrata, salami picante y cebollas caramelizadas; la más demandada. Entre las blancas está la Das Haus, con bacon, puerro y champiñones; la M.7, con fior di latte, gorgonzola, bacon, mortadela y pesto; y la más especial, Moment of truffle, que lleva burrata, mortadela y aceite de trufa. Estas son las actuales, pero por esta carta han pasado ya cerca de 150 recetas, algunas diseñadas por sus amigos y clientes. ¡No se cansan de innovar y a su público les encanta!
Pero en 400º Pizza también hay entrantes: los clásicos -Provolone, Burrata y Caprese- y uno más especial, la Pierina, una ensalada de rúcula, nueces, parmesano en lonchas, crispy bacon y aderezo de pesto hecho en casa. Los postres son para dejarles sitio… Cookie pizza, Pizza de Nutella o un Cheesecake.
400º Pizza (www.400pizza.com) cuenta con dos locales, uno en María de Molina con capacidad para 24 comensales; y el más gamberro, el último en llegar, en Manuela Malasaña, con el doble de aforo. El precio medio para comer de maravilla en cualquiera de ellos al estilo italoamericano es de 18 €. Se pueden encargar para recoger y tienen servicio de delivery a través de Glovo, Uber y Just Eat. Tienen menú del día compuesto por un una Pizza Margherita + un ingrediente extra y bebida por 13’90 €. En María de Molina abren de 13:00 a 16:00 -el sábado hasta las 17:00 h- y de 20:00 a 23:00 -hasta las 00:00 horas- todos los días de la semana. En Malasaña cierran lunes y martes.