La apuesta de la irlandesa se traduce en una subida de doble dígito en los asientos planificados respecto a los que desplegó antes de la crisis sanitaria. La firma estima mover 36 millones de personas desde y hacia España este verano, lo que supondría un salto del 13% respecto a los meses comparables de 2019, y del 15% frente a los pasajeros contabilizados en 2022. Otras fuentes aseguran que la aerolínea ha previsto casi 23 millones de asientos solo de salida en 26 aeropuertos de Aena, lo que implica un incremento del 25% o de 4,6 millones de plazas sobre la cifra de 2019. Ryanair maneja programaciones récord en Madrid (58 rutas con 785 vuelos semanales y un 3% de alza en capacidad respecto al verano de 2022), Valencia (60 rutas y un incremento en la programación del 21%), Alicante (80 rutas y un alza del 19%), Málaga (84 rutas y un 23% más de capacidad programada), o Sevilla (56 rutas y un aumento en las operaciones del 22%), entre distintos aeropuertos.
Vueling, que ha sido más conservadora en su desarrollo, es quien aguanta el ritmo de la dominadora año tras año en los cielos españoles. La low cost de IAG tiene la inversión en producción supeditada a alcanzar acuerdos laborales con su plantilla. La intención este verano, según maneja la dirección de la catalana, es calcar la capacidad de la misma temporada de 2019. Con todo, al cierre del presente ejercicio sus volúmenes de tráfico deberían crecer de la mano de la estrategia de desestacionalizar al máximo sus operaciones.
Por su parte, Iberia, contando la aportación de Iberia Express, aumentara sus plazas un 8% para despegar desde aeropuertos españoles, hasta superar las 12 millones de unidades, casi un millón más que antes de la crisis sanitaria.
Las otras cinco que completarían las diez primeras posiciones son las españolas Air Nostrum y Binter, y las europeas del bajo coste Eurowings, Wizz Air y Jet 2. Entre esta decena de referencias son mayoría las que han superado la programación previa a la crisis sanitaria a la espera de los meses más calientes del verano. Las fuentes apuntan a niveles aún por debajo de los de 2019 en los casos de Air Europa, Air Nostrum y Easyjet.
Air Nostrum, filial de Globalia, con una huelga de cuatro días, vigila sus costes para salir de la zona de riesgo financiero por la que fue rescatada por el fondo de apoyo a empresas estratégicas de la Sepi. Air Nostrum, también entre las empresas ayudadas con dinero público, está adaptando su programación a la huelga de pilotos. Y la low cost naranja apunta a una mayor recuperación en los meses fuertes del verano tras reabrir bases estacionales de Palma de Mallorca y Málaga el 26 de marzo.
Entre las noticias que invitan al optimismo sobre la llegada de turistas a España están la vuelta Jet2, Eurowings y Wizz, al tiempo que se da por descontado que Transavia y Tui también pisarán el acelerador en la segunda mitad de la temporada alta, entre julio y septiembre.