Se trata de una taberna moderna y cool ubicada anexa al exclusivo hotel CoolRooms Palacio de Atocha y con entrada independiente desde la propia calle Atocha que, como el establecimiento que lo alberga, apuesta por un nuevo concepto; la calidad basada en la sencillez tanto en el trato como en la oferta, cuyo eje vertebrador es la mejor materia prima de estación, de cercanía y, en su mayoría, ecológica.
Por su inmejorable ubicación y su horario ininterrumpido (de 12:30 del mediodía a 12 de la noche de domingo a miércoles y hasta las 2 de la madrugada los jueves, viernes y sábados), El 34 de Atocha es la alternativa perfecta para un aperitivo post Rastro, para el tapeo con compañeros y amigos después del trabajo, para cenar de raciones antes o después del teatro y, en definitiva, para comer algo rápido, sencillo y rico cualquier día y en cualquier momento. Su propuesta está basada en los productos más auténticos e identificativos de nuestra despensa, seleccionados de su mejor origen, siempre dentro de su temporada óptima de consumo y de producción ecológica o lo más respetuosa con el medio ambiente posible. Se ofrecen en estado puro o en elaboraciones aparentemente sencillas y reconocibles al paladar, aunque muy atractivas y con un punto diferencial.
No en vano, su autor, Eduardo Gutiérrez, al frente de toda la gastronomía de CoolRooms Palacio de Atocha, se formó en los fogones de Gerhard Schwaiger, Paco Quirós, Joseba Guijarro, el hotel Urban y DiverXo y en el restaurante gastronómico del hotel, El Patio de Atocha, que hace gala de una exquisita cocina de fusión con tintes de vanguardia.
Pensada para compartir, su carta incluye, para empezar, una buena selección de ibéricos de bellota de Salamanca D.O. Guijuelo elaborados a partir de la presa, jamón ibérico 100% bellota de Huelva (D.O Jabugo), quesos españoles D.O. Manchego, D.O. Mahón, D.O. Arzua-Ulloa y D.O. Picón Bejes-Tresviso, y otras viandas typical spanish como cecina de León, lacón gallego, mojama de atún o el clásico plato de ahumados, muchos de ellos acompañados de picos rústicos elaborados por un obrador artesanal de Sevilla.
Tampoco podían faltar los encurtidos caseros (gildas, boquerones en vinagre y anchoas del Cantábrico por unidad) ni las conservas tanto del mar (berberechos, mejillones, sardinas, navajas, almejas y melva canutera) como de la tierra (pimientos del Piquillo y asados, tomates de temporada que en su mayoría llegan de la ribera de Aranjuez, espárragos, alcachofas, tomate seco, ajo confitado…). Destacan especialmente sus tostas elaboradas con panes de masa madre que reciben diariamente de un pequeño obrador de Ávila (de foie con miel y trufa, de morcilla de Burgos con queso gratinado, de lacón con queso, de sobrasada mallorquina de cerdo negro con miel, de bacalao ahumado con pimientos, de salmón con queso, de jamón ibérico con salmorejo, de matrimonio…) y otras especialidades de la casa como sus croquetas de jamón ibérico, los padrones fritos, la empanada gallega, los torreznos de Soria, el asadillo manchego y su jugosa tortilla de patata, muy demandada ya que solo se elabora una al día. Para terminar, hay postres caseros como tarta de queso, que elaboran a partir de un queso fresco de cabra de un pequeño productor de la sierra de Madrid, flan de huevo o tocino de cielo.
Como no podía ser de otra manera en un lugar consagrado al copeo y al cañeo, se ha cuidado mucho también su oferta líquida, eminentemente local. Se sirven a raudales cañas bien frías y bien tiradas, cervezas artesanas madrileñas y vermú de grifo o de botella (El chulapo, Zarro ecológico o Zecchini Edición Madrid), aunque también se estilan los vinos por copas y por botellas. Cuentan con una gran selección de opciones del marco de Jerez (finos, palos cortados, amontillados, olorosos…), cavas y champagnes, algún rosado, una decena de blancos y una quincena de tintos de diferentes denominaciones de origen nacionales entre las que no faltan vinos de Madrid.
Como la taberna vivida y madrileña que es, El 34 de Atocha ha organizado de cara al mes de mayo una serie de actividades especiales para animar al público. La primera de ellas es un plan especial para San Isidro que consiste en una degustación de quesos y de vermú de Madrid, tendrá lugar el 11 de mayo a las 20h y estará dirigida por Teresa Redondo, fundadora de la quesería artesana toledana Cerrucos de Kanama y el maestro quesero Rubén Martín. En esta cata (12€/persona) el público podrá probar dos nuevos quesos, el tierno con fruta del dragón y el amasado con trufa, además del galardonado queso primavera y queso madurado de oveja. Quesos que se acompañarán de los vermús, Zecchini, fórmula tradicional edición Madrid, Zecchini fórmula original, nero y bianco, cata que dirigirá María Girón.
El 18 de mayo a las 20h El 34 de Atocha acogerá la presentación de la Provenza en tres colores a través de en una degustación de cinco vinos franceses de la AOC Cote de Provence acompañados de picoteo especial pensado para cada uno de ellos: Lou Rosado y Lou Blanco, Chateau Peyrassol blanco, tinto y rosado (12€/persona). Una cata que dirigirá Luis Ureña, CEO de Primeria Selección, empresa especializada en vinos franceses.
La última cita especial del mes tendrá lugar el 20 de mayo, la taberna acogerá a partir de las 19h una tarde de flamenco en directo con David Zayas.
El 34 de Atocha
Atocha, 34 (Madrid)
https://el34.bar/ – 910887787