Por sectores, las financieras de consumo y las microfinancieras mantuvieron su tendencia alcista, situándose en un 132% y en un 179% respecto a enero de 2019, respectivamente.
Por otra parte, el sector de la automoción, que tuvo el mayor retroceso durante el periodo de crisis, consiguió alcanzar los valores habituales gracias a una fuerte subida durante el primer trimestre del año, cerrando el mes de marzo en un 123%. Por último, la actividad de la banca y de las cajas ha mostrado un crecimiento sostenido, en línea con los valores del año pasado, según el informe.
Por otro lado, el perfil de riesgo de la demanda de crédito –que mide el porcentaje de deudores encontrados en el fichero de Asnef sobre el total de consultas de crédito– continuó con la tendencia bajista del segundo semestre de 2022 y se situó en un 79% respecto a enero de 2019, el valor más bajo de los últimos cuatro años.
Respecto al stock de saldo impagado, Asnef señala que continuó experimentando un «fuerte descenso» debido a la venta de carteras de créditos de varios clientes, por lo que emplaza a esperar a próximos meses para observar su evolución.
El recobro se ha visto ralentizado de forma significativa, después de unos meses de fluctuaciones y la buena actividad experimentada al final de 2022, aunque está muy condicionado por la huelga de los juzgados que ha tenido lugar durante el primer trimestre de 2023.