Lo ha dicho este jueves en el encuentro ‘El proceso de construcción institucional de la Unión Europea’ en el que también ha participado el economista y expresidente de CaixaBank Gual, y que ha contado con la presencia del presidente de Banco Sabadell (patrocinador del ciclo al que pertenece el encuentro), Oliu. De Guindos ha augurado que el incremento de precios va a continuar frenándose en 2023 por efectos base, como el comportamiento de los precios de la energía comparados con los del año pasado.
Ha mostrado más dudas acerca de la inflación subyacente, que «está teniendo un comportamiento más permanente» que se ha estabilizado en los últimos meses.
En todo caso, ha asegurado que la respuesta del BCE dependerá de los datos que se vayan produciendo, y ha llamado a no escuchar a los que hagan predicciones en este sentido: «¿Quedan subidas? Pueden quedar. ¿Cuántas y de cuánto? Pues dependerá de las condiciones y del efecto que tenga el endurecimiento de la actividad económica».
Gual ha respondido que no es «optimista de que la inflación vaya a bajar rápido» y ha lamentado textualmente que la subyacente se ha colocado de manera pegajosa en niveles absolutamente preocupantes.
De Guindos ha lamentado que la UE no haya logrado una «unión bancaria completa» pese a la unión monetaria, ya que no hay un fondo de garantía de depósitos único, algo que ha definido como una de las principales vulnerabilidades del sistema bancario europeo. Ha añadido que tampoco se ha hecho una unión del mercado de capitales, por lo que la unión económica y monetaria «no es completa».
Gual también se ha mostrado pesimista en el futuro de esta unión bancaria, que «no es posible a corto plazo» a pesar de que se ha tratado de construir. Ha reclamado una «mayor unión política que dé pie a la unión monetaria con un cierto grado de unión presupuestaria», que debe permitir la actuación contracíclica en todo el territorio de la Eurozona, así como un bono libre de riesgo que represente a todo el conjunto de la Unión y que no sea el bono alemán.