Como se dice en el argot de estos tiempos modernos, Sánchez, que curioso cuando es el rey del ritmo, esta perdiendo, -no ya su belleza masculina que tantos triunfos le había proporcionado y que hoy cuando se le mira no aparece en su rostro-, el relato y si hacemos caso a los expertos ese detalle no deja de ser menor, porque el que pierde el relato pierde los votos, y el que se queda con menos votos pierde las elecciones.
Y es que entre otras cosas, el anuncio de su decisión de romper oficialmente y bloquear al Gobierno ha cogido a este mas que desprevenido, tan es así que a primera hora de la mañana los nervios han paralizado a mas de uno que, cuando menos, veían planear sobre la cabeza de don pedrito una moción de confianza. Meno mal que la sangre ni ha llegado al rio y una vez mas los independentistas de derechas se han conformado con objetivar lo ya anunciado por su líder, poniéndole patitas al acuerdo aprobado y votado afirmativamente por sus bases de romper con el gobierno de Madrid, ya que este no ha cumplido con los acuerdos pactados con ellos y su prófugo-jefe sigue sin poder regresar a sus dominios en tierras catalanas y ve cada vez mas lejos el poder hacerlo.
Todo ello hace que la situación del okupante de la Moncloa vaya a peor, puesto que sin poder gobernar todo su trabajo se reduce a resistir y esperar a que finalmente decida convocar elecciones y la cuenta de la Legislatura llegue a su fin. El problema es que no estamos ante las mejores circunstancias para hacerlo. Entre otras cosas porque la actividad judicial contra el mangoneo en que han incurrido familiares y amigos es de tal calibre que la pelota de corrupción es de tal calibre que cada día que pasa nos enteremos de un nuevo despropósito y el proceso no tiene fin.
Así que nadie sabe lo que puede pasar, pero de lo que hay que estar seguros es que sea la que sea la decisión solo la tomara don pedrito, y nadie mas.
