En un encuentro con los medios de comunicación en la sede del ministerio tras conocerse que el PIB avanzó el año pasado un 5,5%, fuentes de Asuntos Económicos han destacado que las perspectivas para el arranque de este año son mejores en lo que al crecimiento trimestral se refiere.
La economía viene de haberse estancado en el tercer y el cuarto trimestre con un crecimiento de apenas el 0,2%. El consumo y las exportaciones son dos de las sorpresas positivas por su mayor contribución al crecimiento, que ha superado incluso las expectativas que el Gobierno tenía antes de producirse la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Esta inercia permite que los datos sean más positivos de cara al año en curso y llevan al Ejecutivo a mantener de momento su cálculo de crecimiento en el 2,1% para el conjunto del ejercicio. «Pensamos que los factores que podrían explicar un crecimiento menor para 2023 han perdido fuerza», sostienen, y citan los precios de la energía, los riesgos de racionamiento, un alza mayor de la prevista de los tipos de interés… Explican además que aproximadamente 1,2 puntos del avance que la actividad registró en 2022 (de ese 5,5%) se deben al Plan de Recuperación.
Por lo que respecta a la posible evolución de los salarios en Economía confían en que crezcan por encima del 3% que lo hicieron, en conjunto, el año pasado y no aprecian indicios de presiones de los costes laborales unitarios sobre la inflación. «No vemos por esa vía que haya por el momento una presión», apuntan. Eso sí, en el Ministerio hacen hincapié en que es muy importante que los agentes sociales y la negociación colectiva aborden el coste del impacto de la guerra.
Desacreditación de Podemos
Por lo que se refiere al sector de la alimentación, desde el Ministerio inciden en el mensaje que la propia vicepresidenta primera ha venido lanzando estos días. El Gobierno no aprecia que los márgenes de la distribución, que son estrechos, hayan aumentado en conjunto. «Lo importante es que funcione la competencia» por la estructura del propio mercado y por las decisiones de los consumidores, han zanjado. Constatan, además, con los datos preliminares de que disponen que la rebaja del IVA si se está trasladando a los precios de los alimentos.
La «mejor garantía» es que la competencia sea efectiva en el mercado de la distribución, han puntualizado. Es un mensaje que choca con el lanzado por el ala ‘morada’ del Gobierno de coalición.