Además, según ha dicho, los diputados de la comisión se han quedado «extrañados» porque «no se esperaban» que el exministro socialista presentase sus alegaciones en un documento de 88 folios en el que incide en que es objeto de una investigación «prospectiva» e «irregular» y desgrana las actuaciones judiciales que ha ido tomando, algunas de las cuales, según ha especificado «ni se ha hablado ni se ha publicado».
Preguntado por si tras su comparecencia los miembros de la comisión han podido cambiar su decisión sobre su suplicatorio, Ábalos ha descartado esa posibilidad porque considera que la decisión final ya está «muy tomada» y parece «difícil» de cambiar.
Aun así, se ha mostrado satisfecho porque ha hecho «lo que tenía que hacer», que según él, es poner a disposición de la comisión toda esa información que había permanecido «oculta» y cree que ha servido para que «muchos encaren la cuestión desde otra perspectiva» y que «la información no se genere solo desde un lado».