En el escrito remitido al Alto Tribunal, el exministro justifica ese aplazamiento por la «extensión» de la causa y para tener más tiempo para su «estudio y preparación». Ábalos considera «imposible», con tan poco margen y ante la magnitud que está adoptando la causa tras la revelaciones del empresario Víctor de Aldama , llevar a cabo esa tarea y declarar ante el juez «con todas las garantías para el ejercicio de su defensa» y dispuesto a «contestar a todas las preguntas que se le formulen».
El instructor, el magistrado Puente, deberá ahora atender la petición de Ábalos por tratarse de una declaración que iba a prestar de forma voluntaria. La única opción que tendría de no hacerlo sería tramitar un suplicatorio ante el Congreso de los Diputados para que autorice que se e investigue penalmente, dada su condición de aforado por ser diputado.
Con todo, en ese escrito, la defensa del exministro pide al juez acordar otra fecha para que Ábalos pueda hacer esa declaración voluntaria antes del 19 de diciembre, día que, expone, tiene «señalado juicio oral» por lo que pide que a partir de entonces «no se señale dicha fecha para la comparecencia».