El último avance mensual de la situación de mercado del sector del aceite de oliva y la aceituna de mesa refleja que la producción de aceite de oliva acumulada en las almazaras entre octubre de 2023 y septiembre de 2024 ha sido así de 854.000 toneladas. Las salidas de las almazaras han sumado en este periodo un total de 900.027 toneladas, a un ritmo mensual de 64.806 toneladas en septiembre.
Finalmente la campaña ha cerrado con unas existencias de 186.303 toneladas, de las que 77.489 están en almazaras, 107.841 en la industria envasadora y 0,97 en el Patrimonio Comunal Olivarero. A pesar de la escasez de producción en la anterior campaña, la organización agraria Asaja ha señalado que ha quedado «aceite suficiente para enlazar con la nueva campaña, aunque muy corto también». Además, la recolección se está adelantando para la cosecha de los aceites tempranos en la nueva campaña 2024-2025, que ha comenzado este octubre y que está previsto que tenga un 48% más de producción, con 1,26 millones de toneladas.
Después de dos años de sequía, en los que la producción se ha hundido y los precios se han disparado por encima incluso de los 12 euros por litro, las previsiones del sector apuntan ahora a un cambio claro de tendencia y un respiro para los consumidores. «Esperamos que la próxima campaña, que empieza en octubre, sea muy buena, de entre 1,4 y 1,7 millones de toneladas, lo que conllevará una fuerte caída del precio, hasta el entorno de los cinco euros», aseguran en el sector. De hecho, los precios de las marcas blancas se están situando ya por debajo de los siete euros, después de haber llegado a alcanzar incluso los 12 euros por litro.