La facturación se ha reducido un 27% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta 5.079 millones de euros. La producción de acería, 1.459.567 toneladas, ha disminuido un 19%, «debido a la baja demanda aparente y los menores precios efectivos en la División Inoxidable», según ha explicado el grupo. Por su parte, el EBITDA ha bajado un 49%, hasta 607 millones de euros. Y el margen EBITDA sobre ventas ha bajado del 17% hasta el 12%.
Acerinox ha señalado que «se ha realizado un ajuste de inventarios a valor neto de realización por importe de 75 millones de euros». El cash flow operativo ha ascendido a 221 millones de euros.
En otros parámetros destacados, la deuda financiera neta de 500 millones de euros ha sido 60 millones de euros superior a la de diciembre de 2022. Y el retorno sobre el capital empleado, ROCE, ha ascendido al 19%. Velázquez, consejero delegado de Acerinox, ha comentado que «dadas las circunstancias del mercado, hemos concentrado nuestros esfuerzos en la disminución del capital circulante y la reducción de deuda. Los resultados presentados, en un entorno complejo, reflejan la resiliencia de la compañía en los momentos bajos del ciclo».
Acerinox ha comentado que «la complejidad geopolítica y las circunstancias macroeconómicas siguen teniendo una incidencia importante en la demanda real y no esperamos una reactivación durante el cuarto trimestre. Aun así, los inventarios en Estados Unidos y en Europa se han normalizado, lo que permitirá una mayor actividad por la reposición de material». Por otra parte, ha indicado que «la cartera de pedidos en la División de Aleaciones de Alto Rendimiento sigue siendo buena, tanto en volúmenes como en márgenes. En estas circunstancias, esperamos un EBITDA ligeramente inferior al del tercer trimestre. La generación de caja esperada en el cuarto trimestre permitirá reducir la deuda financiera neta, que estimamos termine el año por debajo de los niveles del 31 de diciembre de 2022».