El proyecto permitirá incrementar una de las terminales, la C, desde los 7.400 metros cuadrados actuales de espacio a cerca de 21.000 a partir del año 2027, cuando terminen las obras tras un periodo de construcción de cuatro años. Según ha informado la compañía en un comunicado, la ampliación contribuirá a hacer de la entidad Puerto de Seattle –propietario y operador del aeropuerto– la más verde y eficiente en términos energéticos de todo Norteamérica respecto al resto de puertos. En este sentido, se utilizarán sistemas libres de combustibles fósiles para la calefacción, el agua caliente y las cocinas de las tiendas y restaurantes del aeropuerto, gracias a los paneles solares que se instalarán en el tejado.
La nueva terminal incluirá un espacio de 2.000 metros cuadrados para los viajeros de Alaska Airlines, así como una zona de restauración y compras, un espacio interreligioso de oración y una enfermería. «Somos conscientes de la importancia de este proyecto y la diferencia que podemos marcar al implementar estrategias de construcción sostenible en la expansión de esta terminal», aseguró el vicepresidente y director general de Turner, Ketcham.