A la espera de perfilarse otros detalles del acuerdo, se ha conocido que los automóviles enfrentarán un arancel del 15%, frente al 25% actual, y que se está negociando un sistema cuotas para los productos de acero y aluminio.
Acuerdos comerciales alcanzados y lo que queda pendiente
El período de negociación abierto tras los anuncios del 2 de abril toca a su fin. Este viernes, 1 de agosto, concluye la extensión del plazo concedido por Trump para alcanzar acuerdos comerciales (12 de agosto en el caso de China).Hasta el momento, EE. UU. ha alcanzado un número limitado de acuerdos, incluyendo el Reino Unido en junio (arancel general del 10%) y más recientemente Vietnam (20%), Indonesia (19%) y Japón (15%).El acuerdo conseguido este fin de semana con la UE supone, sin embargo, un salto cualitativo y cuantitativo de relevancia, dado que es, con China, el mercado internacional con el que mantiene un déficit comercial más elevado y con quien intercambia la mayor parte de productos estratégicos.
Los términos del acuerdo con la UE se asemejan a los conocidos hace unos días en la negociación con Japón. Los productos europeos estarán gravados de forma general al 15%, lo que supone un aumento desde el 10% universal actual, pero situándose por debajo del 20% anunciado el 2 de abril y la amenaza reciente del 30%.Hay impactos sectoriales significativos, positivos para la industria del automóvil y sus componentes, que rebajarían el arancel del 25% actual al 15%, y negativos para el sector farmacéutico, previamente exento de las medidas proteccionistas (aunque es cierto que en algunos momentos amenazado con un gravamen muy superior).El arancel del 50% sobre los productos de acero y aluminio se mantendrá a la espera de un acuerdo sobre un sistema de cuotas (a semejanza del acuerdo bilateral con el Reino Unido de junio).De forma relevante, hay una serie de productos estratégicos, todavía por definir, que entrarán en un esquema de arancel mutuo del 0%, incluyendo el sector aeronáutico, medicamentos genéricos, productos agrícolas y materias primas críticas.
A la espera de estos dos elementos, estimamos que el acuerdo alcanzado entre EE. UU. y la UE elevaría el arancel promedio efectivo para los productos europeos desde el 11% actual a cerca de un 15% en 2025, un salto significativo si se compara con el valor de inicio en 2024 (1% promedio efectivo en términos de nación más favorecida).Por su parte, después del acuerdo, los paquetes de contramedidas anunciados en los últimos meses por la UE quedarían sin efecto, por lo que el arancel sobre los productos estadounidenses seguiría en niveles reducidos.
Los acuerdos bilaterales alcanzados hasta el momento cubren un 30% de las importaciones estadounidenses del resto del mundo, quedando todavía por cerrar los términos duraderos de las relaciones comerciales con tres grandes socios que suman otro 40%: Canadá (amenazado con un 35%), México (con un 30%) y China (en los términos de la tregua firmada en mayo).En términos agregados, considerando los acuerdos alcanzados, las amenazas de aranceles sobre el resto de los socios y un mayor grado de avance en el cumplimiento de los requisitos del tratado comercial USMCA por parte de Canadá y México, estimamos que el arancel promedio efectivo aplicado por EE. UU. habría aumentado en 2025 unos 15 puntos porcentuales (sobre los 2,5% iniciales).
Recordamos que la exposición de España en términos de valor añadido es limitada (estimamos un 1,3% con datos hasta 2023), por debajo de la de otras grandes economías europeas y la del conjunto de la UE (2,3%).El 15% de arancel aceptado en la negociación con EE. UU. afectaría a la parte del valor añadido que se canaliza directamente a través de las exportaciones de los estados miembros, en torno a un 75% tanto para España como para la UE, quedando el resto pendiente del tratamiento comercial aplicado al resto de países del mundo (siendo México el más relevante de forma individual para España, y Canadá y China para la UE).El impacto negativo en el crecimiento europeo para 2025 se puede situar cerca de las dos décimas de PIB, que en parte se pueden ver compensadas por una reducción de la incertidumbre. Además, a la espera de más detalles, la UE se habría comprometido, en la línea del acuerdo con Japón, a realizar inversiones en EE. UU. y compras de productos energéticos y chips. Por tanto, en una primera valoración se puede decir que Europa ha limitado los daños de una potencial escalada comercial con EE. UU., a la espera de perfilar los detalles del acuerdo.
Lectura en los mercados
Los mercados financieros han reaccionado con optimismo a los acuerdos comerciales alcanzados hasta la fecha. Las bolsas estadounidenses acumulan ganancias de casi +3% en lo que va de mes, tocando los índices S&P 500 y Nasdaq máximos históricos. En la mañana del 28 de julio, tras conocerse el acuerdo entre la UE y EE. UU., las bolsas europeas abrieron al alza apuntándose ganancias de casi un +1% en el día. Por sectores, lideraron las ganancias los de tecnología, energía y financiero, aunque el rally fue perdiendo fuerza a lo largo de la sesión, y finalmente los principales índices de la región acabaron con pérdidas (destacando en negativo el DAX alemán, con -1%). El dólar se fortaleció y dejó al euro justo por debajo de 1,16 dólares por euro, frente a los niveles de 1,18 de la semana pasada.
En los mercados de deuda soberana, la reacción ha sido bastante moderada, con la atención de los inversores centrada en los bancos centrales, especialmente en la reunión de la Reserva Federal de esta semana. Tras el anuncio del acuerdo, los rendimientos soberanos de la eurozona cedieron en torno a 3 p. b. y con primas de riesgo estables. La noticia del acuerdo no ha influido en las expectativas de política monetaria, y los mercados continúan descontando para 2025 un recorte adicional del BCE (tipo depo al 1,75%) y dos de la Fed (tipo fed funds en el rango 3,75%-4,00%).