Estos parques con declaración de impacto ambiental favorable son: El Escudo, Bustatur, Somaloma-Las Quemadas, Campo Alto, La Costana, Cuesta Mayor y Alsa. Con ellos, y el de Soba, se podría abastecer, según ha señalado, el 100 por 100 del consumo doméstico de electricidad de Cantabria y una cuarta parte del total de la comunidad autónoma, lo que supondría «pegar un salto importante» para una región que está «en el furgón de cola» en generación de energía. «Sería un buen comienzo», ha aseverado.
Valcarce ha defendido que «si Cantabria quiere crecer necesita más energía» y ha afirmado que, en estos momentos, la única manera de generarla sin emisiones y a precios asequible es la eólica.
El presidente de la Asociación ha vuelto a lamentar el «retraso» de Cantabria en el desarrollo de parques eólicos, ocupando de los últimos puestos en el ránking nacional y en contraposición a otros territorios como Burgos, que ya va camino de los 90, o Galicia, que tiene 140 parques y más de un centenar de solicitudes. Ha señalado que esta «sequía» de proyectos se ha «roto un poco» con las declaraciones de impacto ambiental aprobadas para estos siete parques eólicos. Sin embargo, ha subrayado que, aun con todos ellos, Cantabria no llegaría ni al 50% de los objetivos que marca el último plan de sostenibilidad energética de la comunidad, que fija en 700 mw las necesidades de energía eólica de la región.
En la entrevista, Valcarce ha considerado «una pena» que vaya a terminar la legislatura sin haberse desatascado la ejecución del parque eólico del Escudo, que prevé la instalación de 25 molinos, y ha confiado en que «se resuelva a la mayor brevedad». Respecto a la oposición que existe desde algunos colectivos y ciudadanos a la implantación de parques eólicos de Cantabria, Valcarce se ha preguntado si en la comunidad «no se estará exagerando demasiado este rechazo» que, a su juicio, «no es tal» ya que, en su opinión, hay más gente que está a favor del desarrollo eólico que la que no. «Se está dando mucha voz a quienes se oponen a los proyectos eólicos», ha opinado Valcarce, quien ha señalado que aquellos que se manifiestan en contra de los molinos son «los mismos» protestando en distintos sitios.
Sin embargo, considera que una vez que se vayan implantando parques eólicos en Cantabria, algo en lo que confía, irán cayendo «los bulos» que hay sobre ellos sobre los supuestos perjuicios que generan para el ganado o la salud y que, según ha dicho, «no se han constatado» en ninguno de los 1.400 que hay en toda la geografía española.
Sí ha reconocido que los parques tienen un impacto visual, si bien ha señalado que algunas zonas de Cantabria ya lo sufren con parte de los instalados en Burgos (pues están en el límite entre ambas provincias) y, además, «no reciben nada a cambio».