El Estado danés ya estaba presente en el accionariado con una participación del 21,8% y ha aumentado su presencia hasta el 25,8 y poseerá un 29,9% de la deuda convertible. Por su parte, Castlelake controlará el 32% del capital de la aerolínea sueca, así como más de la mitad de la deuda convertible. Por su parte, Air France-KLM poseerá el 19,9% del accionariado; Lind Invest, el 8,6%; y el 13,6% restante será «probablemente» distribuido entre algunos de los acreedores de la compañía.
De igual modo, la operación incluye una inversión de 12.905 millones de coronas suecas (unos 1.110 millones de euros): 5.225 millones de coronas (unos 450 millones de euros) en nuevas acciones no cotizadas y 7.700 millones de coronas (665 millones de euros) en deuda convertible garantizada. Además, Castlelake, especializada en la financiación al sector aéreo desde hace 18 años, va a prestar 500 millones de euros para la refinanciación de deuda.
Con todo, esta operación está supeditada a la salida del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU, a la cual se acogió en 2022 para solventar sus problemas económicos, y a la aprobación de los acreedores de SAS. Los actuales accionistas no tienen voto en esta cuestión en concreto.
La aerolínea cerró también entonces un acuerdo con el fondo estadounidense Apollo en forma de una financiación de 700 millones de dólares (702 millones de euros). Meses antes había presentado un plan para reducir más de 700 millones de euros (737 millones de dólares) anuales en costes, convertir 1.900 millones de euros (2.000 millones de dólares) en deuda y pagarés en acciones, además de recaudar al menos 900 millones de euros (948 millones de dólares) en nuevo capital propio.
Mientras tanto, la aerolínea sueca, que seguirá operando de forma normal, deberá salir de Star Alliance y unirse a la alianza fundada por Air France-KLM, SkyTeam. De hecho, SAS y Air France KLM establecerán un marco de colaboración comercial. El acuerdo de SAS prevé una reorganización de la matriz cotizada en Suecia para el próximo ejercicio, con su exclusión bursátil previsiblemente en el segundo trimestre. SAS dejará de cotizar en 2024 en las bolsas de Estocolmo, Copenhague y Oslo y sus acciones dejarán de tener valor.
Con este movimiento, la aerolínea gala busca mejorar su posición en los países nórdicos en un momento clave para el sector debido a que hay tres grandes operaciones tratando de llegar a buen puerto. Una de ellas es la adquisición de Air Europa por IAG, al igual que la toma de ITA por Lufthansa o el proceso de privatización de la portuguesa TAP