La asociación señala que, si bien las entidades se están viendo favorecidas por la subida de tipos de interés al obtener más ingresos, la cara «menos amable» del endurecimiento de la política monetaria es el deterioro de la calidad crediticia de las carteras.
Indica que, por el momento, los créditos han mantenido una posición «razonablemente sólida» en términos de solvencia, consecuencia, en parte, de que en los últimos años una buena parte del mercado haya optado por hipotecas con tipo fijo, «lo que sitúa a los hogares en una posición menos vulnerable».
Sin embargo, señala que en el segundo trimestre la dinámica se vio «ligeramente alterada», puesto que las exposiciones dudosas del crédito concedido para adquisición de vivienda experimentaron un
repunte del 4% en relación con el trimestre anterior, aunque mejoraron un 10% en comparación con el ejercicio previo.
Al mismo tiempo, el saldo vivo de esa cartera contribuyó negativamente a la ratio de dudosos, con caídas tanto a nivel trimestral, del 0,7%, como interanual, del 2,7%.
De igual manera, en el conjunto del crédito a las actividades inmobiliarias y al sector de la construcción se mantuvo prácticamente sin variación en tasa trimestral, con un deterioro de apenas cinco centésimas, mientras que mostró una evolución favorable en términos interanuales, desde el 5,2% que se registró en el segundo trimestre de 2022 al 4,6% del segundo trimestre de este año.
En este sentido, la AHE señala que la situación se produce por una caída «más pronunciada» de la cartera viva que de los saldos dudosos que, aunque ralentizaron el ritmo de saneamiento, globalmente siguieron presentando una evolución favorable.