Su arena blanca y deslumbrante, junto con sus aguas tan turquesas que permiten ver las escamas de los peces que nadan a su alrededor, crean un paisaje idílico.
A lo lejos, es posible distinguir a otros visitantes, que parecen abandonados en esta isla desierta, asombrados por la fuerza de la naturaleza, donde el único sonido que se escucha es el de las olas rompiendo contra el arrecife de coral. Además, One Foot Island es un lugar muy romántico; muchas parejas eligen casarse aquí en un ambiente de total sencillez, con los pies en la arena, un vestido simple y solo la naturaleza como telón de fondo.
Aunque si alguien busca una experiencia más relajada y regresa en barco a la laguna de Aitutaki, la situación no cambiará mucho. Y es que aquí los visitantes parecen perderse entre las vastas palmeras de coco. No hay multitudes ni caos, nadie ejerce presión, el índice de criminalidad es casi inexistente, y no hay tráfico, ni siquiera un semáforo.
¿Y qué decir sobre sus casi 2.000 habitantes? Son tan hospitalarios que puede resultar abrumador. Sin embargo, el viajero que decida quedarse no puede perder la oportunidad de asistir a la misa dominical en la iglesia más antigua de las Islas Cook y compartir se experiencia con los lugareños, quienes estarán encantados de relatar sus antiguas tradiciones y costumbres, haciendo partícipe a los visitantes de su rica cultura.
Dado que la isla es pequeña, una aventura recomendable es explorar la extensa laguna, con motus (islotes) deshabitados, a bordo de un crucero. Allí, se puede aprovechar la agradable temperatura del agua para practicar esnórquel junto a tortugas, peces tropicales y grandes carángidos. En cambio, para quienes buscan mayor tranquilidad, existe la opción de quedarse en uno de esos motus – ideal para una escapada romántica – con una cesta de picnic y algo de champán. Al regresar, una excursión en tabla de SUP o en kayak al atardecer mostrará rápidamente por qué esta isla es una de las favoritas entre las parejas.
Sin embargo, Aitutaki no es solo para los románticos, sino también para los deportistas. Y es que la isla es famosa por ser una de las mejores del mundo para practicar kitesurf. Tanto los principiantes como los expertos encontrarán aquí las condiciones que necesitan gracias a sus fondos bajos y arenosos.
Una de las actividades más especiales que ofrece la isla es la oportunidad de nadar con ballenas jorobadas durante su migración entre los meses de julio y octubre. Este fenómeno natural es una gran experiencia para los amantes de la naturaleza, que pueden observar de cerca estos animales en su hábitat natural.
Por último, Aitutaki alberga su famosa maratón anual que atrae a deportistas de todo el mundo y que está forjando una reputación en el panorama internacional del maratón como una cita ineludible para corredores y aficionados que buscan una experiencia diferente.
Como se sabe, las islas Cook, pertenecientes a la Polinesia Neozelandesa, son 15 islas dispersas en una vasta área en el corazón del Océano Pacífico, entre el oeste del Reino de Tonga y el este de Tahití. Con capital en la isla Rarotonga, sin duda su gran icono es la isla Aitutaki, cuya laguna está considerada entre las más bellas del mundo. Con un clima tropical y una hospitalidad única, las islas Cook se configuran como un destino idóneo para descubrir toda la magia de la Polinesia.
En los últimos años, el conocimiento de las Islas Cook se ha visto impulsado por numerosos premios internacionales, entre los que se incluyen el premio Lonely Planet’s Top Country to visit 2022, el World Travel Awards Oceania’s Leading Island Destination 2022 y el Global Traveler Leisure Lifestyle Awards, Best Island Pacific Rim 2022 por séptimo año consecutivo. Conozca más sobre el destino visitando https://cookislands.travel y siguiéndonos en Facebook o Instagram.