Pues bien, hoy la señora portavoz del Gobierno Sánchez ha puesto la guinda de ese pastel declarando oficialmente y en sede de la presidencia del Gobierno que efectivamente, «varios ministros nos hicimos eco de una información que fue recogida por varios medios. Hay más de 3.000 whatsapp. Es verdad que algún medio ha considerado que una parte de esa conversación se podía interpretar de otra manera. Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque. Esos mensajes, de esa agresividad preocupante, existen. Y uno de los protagonistas es hoy un alto cargo de la Comunidad de Madrid. Esos mensajes son impropios de un servidor público y una gota más de una cascada de fango que lleva generando el PP estos años».
Y tras decir eso, no se le ha caído la cara de vergüenza, ni ha presentado su dimisión, ni nada que se le parezca. Así que nadie se llame andana los ministros hoy no piensan dicen y propalan consignas políticas para atacar al adversario y nada más, Su capacidad no da mas de sí. Son esclavos a sueldo de un señor, que no de un partido, porque este ultimo ha desaparecido bajo dictadura sanchista que rodo lo ocupa, todo lo llena sin posibilidad ni capacidad de reacción o respuesta.
El problema es que esa forma e hacer política y de ejercer la presidencia esta provocando las primeras fisuras entre los socios que apoyan al okupante de La Moncloa y hoy mismo sin ir mas lejos Junts, ERC y Podemos acompañan al PP en su exigencia para que Sánchez comparezca en el Congreso por los audios de Leire Díez
Como se recuerda, el PP registró este lunes la petición de comparecencia de Sánchez y quería que la Mesa de la Cámara Baja, reunida de manera telemática este martes, calificara la propuesta para que la Junta de Portavoces la incluyera ya en el orden del día del siguiente pleno, solicitud que apoyan las formaciones que encabezan respectivamente los independentistas Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. La petición del PP recibirá por tanto, cuando se debata en la Junta de Portavoces, el respaldo de los citados grupos a los que presumiblemente se unirá Vox.
Podemos, por su parte, se plantea apoyar la petición del PP aunque preferirían que diera el paso de comparecer él mismo.
Sin embargo, otros como el PNV no han querido pronunciarse al respecto porque, según han incidido, no hablan sobre futuribles y por lo tanto esperarán a que la petición del PP pase por la Mesa del Congreso y está la califique o no.
Esta muestra de división es nueva y refleja claramente el malestar de unos y otros con una historia increíble de manejos de intereses extraños que tiñen de negro un panorama político que cada día que pasa se comprueba que de limpio y claro no tiene absolutamente nada.