Las comunicaciones del BCE sobre las perspectivas y los riesgos económicos serán objeto de escrutinio, teniendo en cuenta los movimientos bruscos que han sufrido los mercados y la gran incertidumbre que rodea a los aranceles y su impacto en las presiones inflacionarias. Asimismo, el tono que emplee el banco sobre los riesgos que acechan al crecimiento será analizado muy de cerca por los mercados, que tratarán de analizar el alcance de una posible ralentización inducida por los aranceles y el grado de preocupación del BCE al respecto.
Algunos comentarios recientes de dirigentes e insinuaciones de “fuentes del BCE” apuntan a ciertos desacuerdos en el seno del Consejo de Gobierno. Será interesante ver si los “halcones” oponen cierta resistencia y si esto se traduce en un tono más reservado en las comunicaciones. Creemos que los responsables políticos serán prudentes en sus comunicaciones y que la presidenta Lagarde no ofrecerá demasiados detalles sobre los debates internos mantenidos por el BCE.En relación con los tipos de interés, el énfasis en la incertidumbre, la dependencia de los datos y el enfoque de “reunión a reunión” probablemente seguirá siendo una parte clave de las comunicaciones.
Aunque sin duda los periodistas interrogarán al BCE sobre los aranceles y la relación entre EE.UU. y la UE, nos interesan, del mismo modo, las preguntas sobre el propio euro. ¿Cómo abordará el Consejo el reciente fortalecimiento de la moneda común, teniendo en cuenta el posible impacto negativo sobre el crecimiento? ¿Qué opinará el Consejo de que la zona euro pueda estar convirtiéndose en un refugio para el capital huido de Estados Unidos, y cuáles podrían ser las implicaciones de ello? Una vez más, es probable que Lagarde actúe con cautela para no provocar más oscilaciones en los mercados, ya que se han vuelto muy sensibles a los titulares últimamente. Es posible que la presidenta intente calmar los nervios asegurando a los mercados que el BCE es capaz y está preparado para hacer frente a cualquier situación y para garantizar el buen funcionamiento de los mercados.
No nos cabe duda de que se avecinan más recortes por el BCE y que su rumbo es mucho más claro que el de la Reserva Federal. Aun así, dada la gran incertidumbre sobre los aranceles y el impacto duradero que tendrán las políticas de Trump en el mercado y la economía, resulta más difícil de lo habitual formar expectativas más allá del corto plazo. Por ahora, esperamos un recorte en abril, y creemos que otro recorte en junio es muy probable. Más allá de eso, está todo en el aire. El mercado apuesta por 3-4 recortes antes de final de año, y aunque no podemos descartar que los tipos aterricen en estos niveles más bajos, queremos ver más pruebas de que el BCE se está moviendo en esa dirección. Esos 3-4 recortes llevarían a los tipos de interés al límite inferior del «tipo neutral» estimado (1,75-2,25%), o incluso por debajo del mismo.
La decisión del BCE se anunciará este jueves a las 13:15 GMT (14:15 CET), y la rueda de prensa tendrá lugar 30 minutos después.