Tras meses de todo tipo de broncas y debates, las eléctricas propietarias de Almaraz han enviado la petición formal al Gobierno para extender la vida útil de la Central nuclear de Almaraz.
La decisión fue ultimada este jueves durante la asamblea de socios de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), la sociedad que gestiona dichas plantas e integrada por Iberdrola, Endesa y Naturgy. Así, mediante un escueto comunicado, el órgano informó del envío de la petición.
Esta medida responde a los criterios fijados por el Gobierno como punto de partida para comenzar a estudiar —al menos, de manera oficial— la posible prórroga del cierre del parque nuclear. Según indicó el presidente del Gobierno, Sánchez, durante su intervención en el Congreso para rendir cuentas por el apagón del pasado 28 de abril, esta petición debía cumplir tres requisitos: que la prórroga garantice la seguridad de los ciudadanos; que sea económicamente viable, que lo costeen los «ultrarricos que presiden esas energéticas» y que no salga del bolsillo del contribuyente; y que garantice la seguridad del suministro eléctrico. «Tres criterios que me parecen absolutamente de sentido común», enfatizó Sánchez desde tribuna. Y aunque el presidente no lo incluyó, Transición Ecológica fijó como requisito ineludible que las empresas propietarias muestren una postura unificada; algo que no ocurrió en el primer gran movimiento que maniobraron Iberdrola y Endesa en junio, cuando reclamaron la extensión de la vida útil de las centrales sin contar con el apoyo de Naturgy. Una máxima que, en esta ocasión sí se cumple.
A partir de este momento Transición Ecológica es quien decide. No obstante, la resolución podría tardar meses en llegar, ya que el Gobierno puede alargar su decisión hasta marzo; tiempo en el que tendría que alcanzar consensos políticos, tanto con otros partidos como con su propio electorado.
Pese a que no se conocen detalles, la propuesta enviada al Ejecutivo propone solicitar una prórroga de tres años para el reactor Almaraz I —cuyo cierre está previsto para noviembre de 2027— y otra prórroga de dos años para el reactor Almaraz II —cuyo cierre se contempla actualmente para octubre de 2028—, de tal forma que el cierre de todo el complejo extremeño se produzca de forma simultánea en 2030.
En la misma misiva, las eléctricas renuncian a la reducción de la carga impositiva y de las tasas, el caballo de batalla de Endesa e Iberdrola —no así de Naturgy—, dada la previsible negativa por parte del Gobierno. Está por ver si la renuncia a estas pretensiones se compensa finalmente con la medidas adoptada por el Gobierno extremeño presidido por Guardiola, que anunció recientemente la reducción del Impuesto sobre Instalaciones que Inciden en el Medio Ambiente, conocido como ecotasa, en 15,4 millones de euros.
Como se sabe, en 2024, las nucleares aportaron exactamente el 20% de la producción eléctrica, siendo la segunda tecnología por magnitud por detrás de la eólica (23,2%). Fue, además, la tecnología que más horas estuvo en funcionamiento, con una media de 7.361 horas
