Aunque nadie quiere reconocer su parte de culpa y todos los partidos tiene algi de ella, lo cierto y verdda es que en la década de los 80, una de cada dos viviendas eran sociales (casi un 50% de la cartera existente); sin embargo, tras la crisis de 2008, el ladrillo fue criminalizado y arrasado y aunque se han impulsado medidas para sacar adelante al sector en ámbitos de alquiler público no se ha conseguido subir en la lista y el Gobierno debería aumentar más de un 8% su parque de vivienda pública para estar cerca de los niveles de la UE. Países como Dinamarca o el Reino Unido, alcanzan casi un 20%.
En ese contexto, el Consejo de ministros ha aprobado, como, por otra parte, era de esperar, la movilización de 50.000 viviendas de la Sareb -antes conocido como ‘banco malo’- para el alquiler asequible de jóvenes y familias, tal y como anunció el pasado fin de semana el presidente del Gobierno. Sin embargo, lo más probable es que toda esta mentira termine en eso en un simple titular y poco mas. Mientras eso llega oiremos hablar de ellas varias decenas de veces sin mas trascendencia que tratar de engañar a los votantes y todo ello apoyado por declaraciones ministeriales abundantes.
Una vez mas hay que insistir en la irrealidad en la que se mueven muchos de nuestros políticos cuando ellos mismos se creen sus propias mentiras y nadie de su entorno es capaz de criticarles hasta que finalmente caen en una elección y entonces todo son criticas y comentarios sobre su torpeza e inutilidad, pero ya es tarde y el protagonista se encuentra k.o. y es incapaz de entender que es lo que ha pasado hasta mucho tiempo después