Anfac considera que, para ello, España debe de cerrar el presente ejercicio con 45.000 puntos de carga, una cifra lejana si se tiene en cuenta que el primer trimestre del año terminó con 20.243 estaciones. “Los objetivos establecidos por la Unión Europea no se cumplen solo con el esfuerzo del sector, sino que precisan de un gran esfuerzo por parte del resto de los actores, un compromiso del Gobierno y de las Administraciones para poder llevar a cabo la transformación de la movilidad, y en paralelo, mantener el peso de empleo e industria que la automoción supone”, señaló José López-Tafall, director general de Anfac.
Los objetivos de la Unión Europea marcan que las emisiones de los coches vendidos deben reducirse un 55% en 2030 y un 100% en 2035 (ejercicio a partir del cual ya no se podrán comercializar vehículos de combustión, salvo aquellos que usen combustibles sintéticos). Para ello, Anfac señala que en esos años deberá de haber 4,3 y 9,8 millones de coches electrificados (esto incluye eléctricos puros e híbridos enchufables) circulando por España. En 2030 y 2035, por tanto, hará falta contar con una red de puntos de carga de 300.000 y 610.000 estaciones, respectivamente.
Además de la cantidad de puntos, Anfac subrayó la importancia de que la calidad de la red sea la adecuada. Actualmente, solo hay en España unos 698 puntos de alta potencia, un número que debería de incrementarse hasta los 3.513 al cerrar 2023, según cálculos de la patronal.