El exnúmero 3 del PSOE, que se encuentra en prisión provisional por presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho, fue considerado el «jefe de la presunta organización criminal» durante la vistilla en la que solicitó su ingreso en la cárcel. El ministerio público impugna los motivos que expone la defensa de Santos Cerdán haciendo hincapié en la posibilidad de que pudieran alterarse o destruirse pruebas en caso de concederle la libertad.
Fiscalía Anticorrupción, que también apreció riesgo de fuga durante la vistilla, decidió mantener en libertad tanto a José Luis Ábalos como a Koldo García, los otros dos implicados en la trama, solicitando para ellos la prohibición de salir del país, la retirada del pasaporte y la comparecencia periódica en sede judicial.
Además, el fiscal consideró ofensivo que Santos Cerdán insinuara ser víctima de una persecución política al valorar que los mensajes que le imputan son «explícitos».