Weston, vicepresidente de seguridad de sistemas operativos y empresas de Microsoft, matiza que los dispositivos afectados se corresponden con «menos del uno por ciento de todas las máquinas Windows», pero también señala las graves consecuencias que ha tenido el fallo informático. Largas colas de viajeros para realizar el check-in en el aeropuerto de Hamburgo, Alemania, por un fallo informático de Microsoft que ha provocado el caos en vuelos, bancos, medios de comunicación y empresas de todo el mundo.
Microsoft ha cifrado en 8,5 millones su estimación del número total de dispositivos que se vieron afectados por el fallo en la actualización de la compañía de ciberseguridad Crowdstrike el jueves pasado, que causó problemas en el uso del sistema operativo Windows. El gigante tecnológico también insto al sector a «colaborar» para evitar nuevos errores de este tipo y resolver de forma eficiente las incidencias.
«Aunque el porcentaje es pequeño, los amplios impactos económicos y sociales reflejan el uso de Crowdstrike por empresas que gestionan muchos servicios críticos», opinó, aludiendo a la «naturaleza interconectada» del ecosistema tecnológico y los clientes que lo utilizan. En ese sentido, consideró el «apagón» un «recordatorio» de la importancia de que las tecnológicas prioricen el uso de mecanismos de seguridad y de «recuperación de desastres» en sus operaciones, y que trabajen juntas.
«Como hemos visto en los dos últimos días, aprendemos, nos recuperamos y avanzamos más efectivamente cuando colaboramos y trabajamos juntos. Apreciamos la cooperación y colaboración de nuestro sector entero y seguiremos actualizando con aprendizajes y siguientes pasos», sostuvo.
Weston explicó que, dado el impacto del fallo de Crowdstrike en su ecosistema, Microsoft ha estado colaborando con esa firma y con sus rivales del sector de la nube híbrida, Google y Amazon, para resolverlo, además de desplegar «cientos» de empleados para ofrecer ayuda técnica a sus clientes. «Crowdstrike nos ha ayudado a desarrollar una solución escalable que ayudará a la infraestructura de Microsoft Azure (sistema de la nube) a acelerar un arreglo para la actualización defectuosa», agregó.
El incidente, ocurrido tras el lanzamiento de la actualización informática el 18 de julio, ha afectado a usuarios y empresas de diferentes industrias esenciales alrededor del mundo, incluyendo la banca, la aeronáutica, la de medios de comunicación y la de salud, que siguen recuperándose este sábado.