Sánchez, quien ha agradecido con una mano en el pecho el apoyo recibido, ha comenzado su discurso en la sala Ernest Lluch del Congreso. Ahí es donde el actual presidente del Gobierno ha reunido a los grupos de las dos Cámaras para poner en marcha la maquinaria electoral para las elecciones generales que se celebrarán el 23 de julio, convocadas por Sánchez por sorpresa el pasado lunes. «Doy las gracias a todos ellos. Esta no ha sido una legislatura fácil», ha señalado Sánchez, para recordar, entre otros asuntos que ha tenido que afrontar el presidente del Gobierno, la pandemia del coronavirus, el volcán de la Palma o la actual invasión de Rusia a Ucrania. «Todo ello ha traído consecuencias humanitarias y económicas», ha comentado. «En este contexto tan inédito que ha vivido España durante cuatro años, se han sacado adelante tres Presupuestos Generales en tiempo y forma y hemos dado estabilidad en un contexto geopolítico extraordinariamente importante, algo que, recordémoslo, no sucedía en España desde hacía mucho tiempo», ha relatado.
Durante su intervención, el líder de los socialistas ha destacado la importancia de las distintas medidas económicas que se han puesto en marcha durante estos últimos años y meses, y ha advertido de que si el PP gana las próximas elecciones generales, y en connivencia con Vox, podrían derogar la mayoría de los logros que se han llevado a cabo a nivel social. «Pueden reducir de nuevo el Ingreso Mínimo, el Salario Mínimo puede volver a rebajarse… o incluso la Ley de Vivienda, la reforma laboral o el aumento de las pensiones conforme al IPC también pueden derogarse», ha advertido el presidente.
Tras resumir los logros económicos del Gobierno de coalición, el presidente ha admitido que el adelanto electoral «pilla a todos los ciudadanos cansados, ya que será el primer verano de completa normalidad después de la pandemia». Sin embargo, ha remachado que el resultado de los comicios será «decisivo» para el futuro de España. «No se puede mirar hacia otro lado cuando hemos sufrido un castigo injustificado» en las urnas, ha señalado.
Sánchez ha remarcado que el adelanto electoral se ha producido por «conciencia», ya que es necesario «saber si los ciudadanos quieren que en el Gobierno esté una fuerza socialdemócrata o un tándem de derecha y extrema derecha que copia los métodos y proclamas que hemos visto en Washington, Budapest o Brasil», ha relatado. Y es que, según Sánchez, para un demócrata «sólo existe un método para aclarar estas dudas, que es la democracia y lo mejor es que los españoles tomen la palabra». Sánchez ha reiterado que «España se juega mucho» con la celebración de los próximos comicios.
Sánchez ha remarcado en su discurso ante diputados y senadores que «necesita» contar «con el mayor respaldo social para continuar con la senda de los avances sociales». Sánchez ha aprovechado para asegurar que ahora comienza una campaña electoral en la que -ha ironizado- que de momento no conoce el programa de Feijóo y el Partido Popular. El secretario general de los socialistas ha aprovechado para arremeter contra las políticas económicas de los ejecutivos ‘populares’ e incluso ha recordado cómo actuaron durante la crisis financiera del año 2008. Por último, ha apostillado que también se puede «deducir lo que aportará Vox en derechos de mujeres, democracia, convivencia o en el compromiso de España». La nueva campaña, sin un pequeño respiro, ya ha comenzado.