En efecto, la señora Armengol utiliza todos los recursos a su alcance para favorecer, a la menor oportunidad, los designios que le marcan desde Moncloa. Así, las decisiones de la mesa permanente son, siempre a favor de corriente y en contra de las opciones de aquellos que no están con Sánchez y sus intereses. El ultimo y reciente escandalo es la supresión de la actividad de este mismo jueves, día once por la coincidencia de la fecha con la fiesta regional de Cataluña´.
Por otra parte, cada vez que algún opositar toma la palabra en el pleno ya puede estar al loro con el reloj en la mano y pendiente de lo que dice,
En el primero de los casos, porque si puede, la señora Armengol le cortera el micro y le dejara con la palabra en la boca, y nunc a mejor dicho. El mas experto en esta lides, es el líder del PP. En cada pleno, Feijoo es sometido al mas estricto marcaje por parte de la presidenta que a la primera de cambio, corta el sonido. Hoy memiso cuando Feijoo estaba en su segunda intervención reprochando a Sánchez que a él ya «solo le mueve el miedo» e iniciaba una retahíla de acusaciones. La señora Armengol no le ha dejado acabar
«El miedo a los jueces, por lo que saben; a los medios, por lo que publiquen; a los socios que le dejen caer; el miedo a la gente, que hable en las urnas; y quizás también a que alguna vez…», ha dicho Feijóo sin poder finalizar escudándose Armengol, en que se había acabado el tiempo de su intervención.
Menos mal que la experiencia de otros cortes le ha permitido a Feijoo levantar la voz y terminar afirmando: «el miedo a que quizás usted mismo se presente delante de un juez». Como toda respuesta, Sánchez ha manifestado: «¿Tienen que aplaudirle para levantarle el ánimo, señoría?».
Evidentemente, la política parda siempre ha sido una manera de manejarse en los círculos políticos, pero esta manera de manejarse, tratando de complicar la vida a la oposición esta adquiriendo tintes oscuros que mas tienen que ver con silenciar cualquier voz que discuta el modo de hacer de Sánchez que con el cumplimiento de los horarios de la Cámara.
Y cuando no es ella son los propios ministros socialistas que se limitan a insultar, sin contestar a las preguntas que les hacen sus opositores, siguen el camino iniciado por Sánchez, que jamás contesta a lo que se le pregunta, convirtiendo las sesiones de control en un procedimiento perfectamente prescindible ya que ha perdido todo su valor.
Y mientras la señora Armengol calla y bosteza.