Una propuesta que, fiel a la filosofía del proyecto liderado por el chef Betancort y el jefe de sala y sumiller Simal, reinterpreta la tradición castellana y los sabores de temporada desde una mirada contemporánea. Esta nueva carta llega cargada de guiños a la cocina tradicional: legumbres, escabeches, guisos y caza que conviven con elaboraciones que reflejan la identidad del chef canario y su vínculo con Castilla.
Además, el equipo de Arrope –que renueva su propuesta en dos grandes ocasiones al año– ha diseñado un menú degustación para esta temporada con la intención de que perdure en la memoria. Los comensales podrán disfrutar de las elaboraciones más representativas de la casa, un recorrido que condensa la esencia de la cocina de Nauzet Betancort y su creatividad en una experiencia gastronómica inolvidable.
Entre los platos más destacados de la propuesta de Arrope para este otoño-inverno se encuentra el Torrezno y mojo picón, un snack que fusiona las raíces canarias de Betancort con el producto castellano; el Capón de Matapozuelos, presentado en un buñuelo inspirado en el cocido castellano; el Hornazo, ya convertido en emblema de la casa; la Trucha castellana, acompañada de un aceite de torrezno; las Verduras y hortalizas de nuestro entorno, con toffee de calabaza asada y productos de temporada como remolacha, cardo o alcachofa; o las Albóndigas de liebre con espuma de remolacha.
En el apartado dulce, destacan los higos de temporada confitados en una reducción de vino verdejo con alcaravea y cardamomo acompañados de un queso azul de Las Cortas. También se puede degustar el ya emblemático Tomillo, limón y queso, un postre muy limpio y elegante amado por todos sus clientes. Y como propuesta muy otoñal, está el Cacao, calabaza y almendra, un postre meloso con pipas de calabaza garrapiñadas.
“El menú de otoño-invierno es más tradicional, buscamos que cada plato emocione desde la autenticidad del sabor, sin artificios, poniendo en valor el producto y el relato que transmite”, explica Nauzet Betancort.
La propuesta gastronómica de Arrope se completa con los maridajes diseñados por el jefe de sala y sumiller Simal, quien pone en valor la riqueza vinícola de la familia Yllera y del territorio de Rueda, extendiendo la mirada al conjunto de Castilla y León y al panorama nacional.
La carta de vinos, con más de 200 referencias, destaca por reunir historias y proyectos con alma, cuidadosamente seleccionados para complementar la experiencia de Arrope y aportar profundidad, diversidad y emoción a cada maridaje.
El entorno es único: unas galerías subterráneas del siglo XV, restauradas y convertidas en un enclave de enoturismo inigualable. Un espacio en el que la cocina, el vino y la historia conviven en perfecta armonía y que contribuyen a que cada visita a Arrope se convierta en un viaje sensorial al pasado.